Inquietud. Esta es la sensación que traslada una gran parte de las familias gallegas ante la línea del Ministerio de Educación para enfocar lo que resta de curso escolar. Las asociaciones de padres consideran inviable o imposible realizar una evaluación del alumnado en términos de equidad y justicia, tanto por las dificultades de los progenitores a la hora de conciliar como por aquellas derivadas de la brecha digital y el acceso a los contenidos. Si bien las instrucciones del Ministerio inciden en que se evalúe el segundo trimestre hasta el día en que se suspendieron las clases.

A todo ello se suma, según han trasladado a Europa Press responsables de las Confederaciones de ANPA, la cuestión de la conciliación, tanto para aquellos padres que tienen que trabajar de forma telemática como para otros que se ven obligados a asistir de manera presencial. Una problemática que se acentúa, reconocen, a medida que se observan las franjas de edad más jóvenes.