Sácame esta noche

Donde haya música y haya gente

Y sean jóvenes y vivos.

Conduciendo en tu coche

Nunca, nunca quiero irme a casa

Porque ya no tengo ninguna

Los personajes deprimidos y atormentados son una constante en las letras de Morrissey, maestro del humor negro y la ironía en la mejor tradición de su amado Oscar Wilde. Véase -o escúchese- si no "I know It's over", "Cemetery gates" o "Girlfriend in a coma", por citar solo tres. En "There is a light that never goes out" hay tristeza y melancolía a paladas, incluso cierta glorificación del suicidio: "Y si un autobús de dos pisos choca contra nosotros, morir a tu lado es una manera tan celestial de morir?". Pero esa sensación de desolación es compensada por la inmensa belleza de la música y el mensaje esperanzador del título, que se repite ocho veces al final de la canción. Hay una luz que nunca se apaga, por mucha oscuridad que nos rodee estos días.

Johnny Marr se inspiró en la versión que los Rolling Stones hicieron del tema "Hitch hike", de Marvin Gaye, para componer la melodía inicial, una secuencia de fa bemol menor, la y si. El genial guitarrista del grupo de Mánchester planeó una especie de broma: quería saber si los periodistas musicales atribuirían la inspiración al tema "There she goes again", de The Velvet Underground, ya que él pensaba que el grupo de Lou Reed se había inspirado también en el tema de Gaye. "Sabía que era más listo, yo escuchaba a lo que The Velvet Underground estaba escuchando", comentó Marr.

La canción, incluida en el que probablemente es el mejor álbum de los "herreros", "The Queen is dead" (1986) es el himno que une a todos los seguidores de los Smiths y de Morrissey en solitario, una joya musical que conmueve a quien la escucha. Se trata de una de las mejores canciones de los 80, como reconocen publicaciones tan diversas como "Acclaimed Music", "NME", "Allmusic". Para el propio Johnny Marr, sin atisbo de falsa modestia, es "la mejor canción": "No me di cuenta de que 'There is a light that never goes out' iba a ser un himno, pero cuando la tocamos por primera vez pensé que era la mejor canción que había escuchado", dijo a la revista "Select" en 1993. Decenas de artistas la han versionado, incluyendo nuestro Mikel Erentxun, que la adaptó al español.

Esperaremos con paciencia a poder salir de casa, que nos lleven donde haya música y gente, poder ver multitudes y vida. Mientras, mantengamos encendida la llama en el hogar.