El Gobierno descarta el cierre de comunidades aplicado a finales de enero en la ciudad china de Wuhan, foco de la pandemia el coronavirus SARS-Cov-2, medida reclamada por algunas voces en España, como la Generalitat catalana, el Gobierno de Murcia, petición esta última apoyada por el líder del PP, Pablo Casado, o un grupo de 70 científicos que considera imprescindible restringir por completo los movimientos en siete autonomías y limitar la actividad económica. En Galicia, el BNG también aboga por esa receta. "España no es China", justificó su negativa el director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón.

La combinación de restricciones para contener la pandemia y el mantenimiento de cierta actividad económica centran los planes del Ejecutivo de PSOE y Unidas Podemos, que decretó el estado de alarma el pasado día 14 y solicitará al Congreso prolongarlo hasta el 11 de abril. En esa hoja de ruta no se contempla aislar territorios.

"Nuestro país no es China, están afectadas todas las comunidades, en nuestro país no podemos aislarnos del resto del mundo, tenemos que seguir manteniendo una capacidad económica mínima que garantice la subsistencia de toda la población. En China se aisló una provincia que no representa ni el 4% de toda su población", expuso Simón sobre la opción planteada por Murcia tras la reunión del Comité de Gestión Técnica del Coronavirus del Ejecutivo.

La vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, apuntaló su posición. "El catálogo de medidas de contención es el más fuerte de nuestro entorno", aseveró sobre la lucha contra el coronavirus. "¿Qué significa el cierre total? Para que un hospital funcione, por ejemplo, es imprescindible que sigan funcionando los transportes, el sector agroalimentario debe seguir funcionando y la industria química y farmacéutica... y la actividad económica que se puede hacer con teletrabajo no pone nada en riesgo", argumentó. "La actividad entera del país se está reenfocando a la producción de los equipos necesarios para combatir el virus", añadió.

Una posición opuesta es la que mantiene el gobierno de Murcia (PP-Ciudadanos), cuya postura apoyó ayer el líder de los populares, Pablo Casado. Este cree preferible "pecar por exceso" para contener los contagios de COVID-19. El día 11, sin embargo, la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, también del PP, rechazaba el cierre de su comunidad, aunque luego lo dejó en manos del Gobierno central. Casado abogó ayer por recetas drásticas en función de cada territorio. "Todo ese cierre de actividad se tiene que evaluar dependiendo de la zona", dijo.

La presidenta de Cs, Inés Arrimadas, se opone a cierres totales, pero sí ve con buenos ojos revisar las actividades "esenciales" para que cesen más empresas.

Bloque

En Galicia, el BNG reclamó el aislamiento de Madrid, Victoria y La Rioja tras solicitar el cierre de la comunidad gallega hace días. Su líder, Ana Pontón, presentó sus propuestas para frenar el coronavirus: restricción estricta de movimientos, cierre de fábricas, test masivos para localizar los focos, tratamientos científicos ágiles y hospitales especializados.