El Sergas se propone implantar en los centros de salud la misma dinámica que ya funciona en los servicios de urgencias de los hospitales, de manera que se establecerá una "atención diferenciada" para los pacientes que presenten algún tipo de sintomatología respiratoria para reducir los riesgos de un eventual contagio.

Estos usuarios se derivarán a ambulatorios comarcales de referencia, dejando los otros para atender las patologías ordinarias de la población. "Será un circuito independiente", comentó el conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuiña, en una entrevista a la Radio Galega.

De momento se trata de una propuesta sobre la que todavía no hay una decisión firme. De aplicarse podría implicar el cierre de algún centro de salud de pequeñas dimensiones con solo un sanitario, que sería desplazado a uno comarcal.

El conselleiro indicó además que la intención de la Xunta es incrementar en un 200% las camas de las unidades de cuidados intensivo para poder atender el pico de infecciones. Antes de la crisis sanitaria había 160 plazas que se incrementarán en una primera fase hasta las 274, para después volver a aumentar la cifra, aunque para ello hace falta la llegada de más respiradores.

La idea del Sergas es también extender a la Atención Primaria las pruebas del coronavirus, si bien primero la Xunta debe conseguir un número suficiente de test.

Núñez Feijóo, por su parte, indicó que no hay ninguna decisión tomada por el momento y que, si finalmente se hace, se comunicará a la población cuando esté definido "el mapa" de los ambulatorios que permanecerán activos ante la crisis sanitaria. "Están bajando las consultas, los profesionales atienden las llamadas de pacientes y la afluencia cae de forma contundente. Si tuviéramos test suficientes, lo que haríamos sería encargar a personal de Atención Primaria la toma de muestras de test en centros de salud y la gente no tendría que ir en coche, como ahora", dijo.