En el Centro Residencial de Atención a Personas Dependientes de Vigo I, con 300 residentes, la gran mayoría de avanzada edad, se trabaja con tensión y a estas alturas también con miedo. Miedo a contagiar a las personas mayores con salud deteriorada que allí viven (también hay un pequeño porcentaje de residentes jóvenes) y miedo a ser ellos, los trabajadores, los que acaben llevando el coronavirus a sus hogares.

"Hay falta de medios, de formación y de información", resume una auxiliar de enfermería de este complejo público dependiente de la Xunta. Aunque llegó a haber un residente aislado, que siempre dio negativo, por haber tenido contacto con una persona que contrajo coronavirus, por ahora no tuvieron ningún caso positivo.

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Pero temen que esta situación cambie, como de hecho está ocurriendo en muchas otras residencias de todo el país. Y reivindican medidas adecuadas para evitarlo. "Llevamos tiempo viendo lo que está ocurriendo y seguimos igual, sin protección ninguna, en un centro como éste en el que si se contagia uno, nos contagiamos todos", manifiesta esta profesional sanitaria. "Nos estamos dejando la piel para que esto no ocurra, pero necesitamos medios", afirma.

Justo tras denunciar públicamente su situación, cuentan, esta misma mañana de domingo, por megafonía, se anunciaba a los trabajadores que tendrían mascarillas a su disposición. "Pero son las mascarillas quirúrgicas, que no son efectivas", agrega otra auxiliar de enfermería, Sara Fernández, que clama por la necesidad de hacer test a todos los residentes y trabajadores para así aislar, en caso de haberlos, los casos positivos.

Su otra compañera enumera las "carencias" con las que han estado trabajando estos últimos días. "Junto a la falta de mascarillas, las batas de protección las hemos tenido que hacer nosotras con bolsas de basura y de la ropa sucia, solo hay un hidrogel por pasillo cuando deberíamos llevar uno en cada carro, y no existe refuerzo de la limpieza en el centro", concreta.

Y añade una cuestión vital, y esa es que por el tipo de trabajo que hacen es "imposible" guardar la distancia de seguridad con los mayores a los que atienden. "Hay que cambiarles pañales, cambiar posturas, hacerles el aseo diario...; estamos todo el día encima de ellos", especifica esta auxiliar de enfermería.