"Si a algo nos arriesgamos en este tiempo fue a hacer lo que nos da la gana". Este tiempo son ya 16 años y quien pronuncia de forma rotunda la frase es Isa Cea, vocalista y bajista de Triángulo de Amor Bizarro, que, contra viento y marea, y a prueba de apocalipsis, insiste en publicar hoy su quinto disco, que lleva de título la imagen especular del nombre de la banda. Del futuro no se atreven a hablar, y del pasado no se arrepienten de nada. Ahora, su próxima misión es trasladar el disco que consideran "más personal" a los escenarios. Será todo un reto. Como confiesa Isa, "no estar cómodos, tener cierta tensión" viene bien. Eso, y no fiarse de la corriente.

- Menuda fecha han escogido para presentar su nuevo disco...

-Es un buen disco para escuchar cuando ves el fin del mundo venir.

- ¿Qué significa titular el disco con su nombre al revés: cerrar un círculo, un final, un reset?

-Un poco todo eso. Es el reflejo de nuestro nombre, como si nos mirásemos en un espejo tras este tiempo. Y apostamos también por esa sencillez en el contenido, no solo en el continente, con letras más directas.

- Lo del espejo suena a eso de que todo cambie para que nada cambie, como en "El gatopardo".

-Exactamente. Somos la misma gente, pero con una nueva visión en el modo de acercarse a las canciones. Siempre intentamos variar un poco en cada disco, pero en este investigamos más y nos adentramos más en la electrónica para montar la canción de una forma diferente. El mismo grupo, pero haciendo las cosas de un modo muy diferente.

- Dicen que son las canciones que más los representan de las compuestas hasta ahora. ¿Por qué?

-Porque creo que es más personal. En las canciones hablamos un poco más de cosas más íntimas frente a otros discos que a lo mejor eran más políticos, crípticos, abstractos o más de delirio.

- A la gente que le gusta TAB, cuando compra TAB, quiere TAB. ¿Cómo se hace para que un nuevo disco logre el mismo efecto?

-Ojalá lo supiéramos. Simplemente nos mantenemos fieles a nuestros gustos y a nuestros principios, no hacemos ninguna concesión. No tenemos discos que se peguen a modas. Siempre hacemos los discos partiendo de lo que escuchamos, lo que tenemos dentro y nuestra intensidad vital y eso al final es algo que se va reflejando de forma inconsciente. No somos conscientes de cómo se hace.

- Llevar los discos al directo, sobre todo esta vez, será complejo. "Fukushima" será un reto, dicen.

-Para refrescarnos, no solo en el local de ensayo, sino al tocar, nos viene muy bien. No estar cómodo del todo, tener cierta tensión, es importante. Esta forma de hacer las canciones, usando más electrónica o más ordenador, de forma más creativa, complica todo a la hora de plasmarlo, pero es también una tensión que nos viene muy bien para afrontar de forma diferente el directo. Es complicarnos la vida, pero esa complicación también es lo que nos hace salir adelante. Ahora lo que estamos haciendo en los ensayos es que todo eso funcione de una forma lo más analógica posible, para que sea fiel a lo que representamos encima de un escenario, que es energía analógica. Utilizaremos ese cambio en el sonido para hacer un pequeño cambio en el directo, que ya nos apetece.

- En relación a lo de no seguir modas, quería preguntarles si en medio de tanto trap no se sienten solos.

-Siempre hay músicas que son más de tendencia y rompen con lo establecido, pero Lou Reed hacía rock en el 68 y hoy pones un disco suyo o de la "Velvet" y es increíblemente contemporáneo. Hay estilos que aguantan: ya veremos el trap en 50 años. Hay músicos que acaban acoplando lo que hacen a lo que se lleva. Eso está bien si lo llevas a tu terreno. Es una forma de experimentar y de arriesgarse. Parece menos atractivo cuando un grupo que hacía una cosa, ahora hace otra, y se deja llevar por la corriente. Nosotros nunca nos fiamos de la corriente, ya lo decíamos en el primer disco.

- En "Ruptura", ¿Rodrigo canta "puto virus" o es sugestión? Cuando la compusieron, ¿se olían algo?

-No sabíamos nada, pero está bien que coincidiera así, rollo premonitorio y algo que nos junta con la magia negra que siempre hubo alrededor del grupo.

- Siempre tienen una parte como instigadora de rebelión. Esta vez canta usted con voz dulce en "No eres tú": "Escoge un ladrillo, escoge una ventana"....

-Eso es algo con lo que siempre jugamos. Nos sale de manera natural. Yo soy bastante salvaje y me pongo de bastante mala ostia, pero al cantar me sale ese tono. En esta canción hay mucho de feminismo y coraje, de posicionarse y tener una opinión. Mucha gente da por hecho que son los salvadores del mundo y en realidad aquí todos contamos.

- En el disco incluyen otra novedad: "Acosadores", donde canta con la colaboración de Ariadna, de "Los Punsetes". ¿Qué tal la experiencia?

-Fue muy curioso porque nos dimos cuenta después de grabar la canción de que nuestras voces tienen bastante similitud. Incluso en alguna entrevista me preguntaron por el efecto que le metía a la voz: ese efecto es Ariadna. Realmente se acoplan las dos voces muy bien. Fue una pasada poder hacer esta canción con ella .Es una canción muy de mujeres. Yo creo que todo el disco y todos componentes del grupo, aunque tres sean hombres, están muy comprometidos con esta causa.