Tiendas cerradas, colas en los supermercados, aplausos (y nerviosismo) en los balcones y calles y carreteras vacías? O casi. El estado de alarma ha supuesto que tan solo estén abiertos unos pocos establecimientos de productos y servicios de primera necesidad y las empresas que continúan lo hacen bajo mínimos. Sin embargo, los transportistas de larga y corta distancia siguen trabajando. Su labor es vital en la mayoría de los casos, principalmente para evitar el desabastecimiento en los comercios de alimentación, llevar medicinas allí donde son necesarias y también el material necesario para evitar que algunas factorías cierren. La crisis sanitaria del coronavirus a ellos no les manda para casa. De hecho, todo lo contrario. Su trabajo es mayor desde la semana pasada y los viajes son cada vez más pesados. "No hay un lugar en el que comer o tomar un café y a lo mejor vas a una gasolinera y el baño está cerrado; es una situación muy complicada", explica el transportista Marcos Vidal. Como él opinan otros camioneros o repartidores, que desde ayer han visto como el Gobierno flexibilizaba el régimen de tiempos de conducción y descanso que tienen establecido por normativa europea. Pero todos coinciden: queda mucho por hacer para que su situación mejore. Solo en Galicia hay 6.785 transportistas (2.005 en la provincia de Pontevedra) que en su inmensa mayoría siguen trabajando estos días.

La Dirección General de Tráfico (DGT) informó ayer que los accesos por carretera a las principales ciudades españolas descendieron de media un 51%, tanto de entrada como de salida, durante el primer día laborable tras decretarse el estado de alarma en todo el país, el lunes. La caída corresponde principalmente a los turismos tras la prohibición de salir del domicilio salvo en casos excepcionales y la aplicación del teletrabajo. Sin embargo, el transporte de mercancías de primera necesidad se triplicó a raíz de estas medidas.

"El mayor problema es que todo está cerrado para comer y demás", comenta Víctor Pérez. Transportista en una firma cárnica de O Porriño (Portalconsa), Pérez explica que la mayoría de compañeros del gremio lo que hace es llevar la comida de casa, "y para asearse, si tienes suerte y hay alguno abierto, pues bien".

En la misma situación están Ángel Escudero o Marcos Vidal. Ambos de Redondela, explican que se han visto en la situación de tener que pedir por favor que abriesen los baños en alguna estación de servicio. "Sales por ahí afuera sin saber si vas a poder comer o no. De momento llevamos comida, con una neverita como las que se usan para ir la playa, pero comer frío en invierno...", lamenta Escudero. "Y a veces preguntas por si se puede ir al baño y aún te miran mal, que ya me pasó", apunta por su parte Vidal. Y sobre la opción de acudir a un supermercado, ni la contemplan. "Con un camión grande, de 18 metros, no puedes ir a un pueblo que no conoces. Y tampoco sería para comida caliente", recuerdan.

Carga de trabajo

Según los datos internos de Ontruck, plataforma online de transporte de mercancías por carretera, las peticiones de transporte por parte de supermercados e hipermercados han aumentado estos días llegando a producir retrasos en la cadena o atascos en los puntos de entrega. El panel de consumidores de Kantar refleja que la demanda para estos productos sufrió un crecimiento superior al 180%, siendo la categoría de droguería y perfumería la que más creció, con un 245%, seguida por las compras online, que aumentaron un 138%.

Todas estas alzas se transforman en más carga de trabajo para aquellos encargados de transportar la mercancía. "Normalmente la alimentación durante el primer trimestre está más parada, pero la mercancía de la semana pasada a esta aumentó muchísimo", explica Víctor Pérez. Otro de los productos que más focos está atrayendo (sobre todo en redes sociales) estos días es el papel higiénico, y los camioneros también lo notan. "Aquí hay una empresa a la que solemos ir una o dos veces al mes para recoger los rollos. Solo la semana pasada fuimos tres veces", comenta Ángel Escudero.

Aunque, como suele ser habitual, esto va por sectores. En Pontevedra y el norte de Portugal buena parte de la flota se dedica a transportar piezas para el sector de la automoción, pero la parada de la factoría de PSA en Vigo y la de las empresas proveedoras afectará. "Esta semana no nos falta trabajo; para la semana lo veo más negro y aunque tampoco se sabe a ciencia cierta es probable que paremos", informa por su parte Marcos Rodríguez, otro camionero que ayer habló con FARO desde una de sus paradas en Portugal.

Medidas

Otro de los problemas que se encuentran estos días los transportistas son las salidas de la comunidad gallega, bien sea para otra zona de España (por el alto riesgo de infección en otros lugares) o a otro país (por los controles). Esto último sucede en Tui, para pasar a Portugal. "Hoy [por ayer] al mediodía me pararon y me preguntaron a donde iba. Les dije que iba a descargar a un polígono", explica Rodríguez. En su caso la espera fue breve, pero cuenta casos de compañeros "que estuvieron más de hora y media". "Allí a los coches les hacen dar la vuelta y ayer por la tarde al volver de Portugal estuvimos parados, pero solo 5 minutos", añade Víctor Pérez.

Relacionado con los viajes dentro del territorio español, Marcos Vidal lo tiene claro: "Te dicen que tienes que ir a País Vasco, zona con más riesgo, y te la juegas".

Además de esta medida de control en fronteras, los camioneros también deben cumplir con las normas básicas de prevención que se están aplican do por norma general. "Tenemos que llevar guantes y mascarilla. Yo también llevo un gel con alcohol para ir lavándome las manos", apunta Escudero. "Yo ya no bajo del camión a hablar con la gente, me quedo en la cabina", recalca Vidal.

Marcos Rodríguez cree que "hay un poco de psicosis" con todo lo relacionado con el coronavirus. Además de utilizar mascarilla y guantes, explica que en algunos sitios no le dejan entrar o se le toma la temperatura. "También te hacen rellenar un formulario para ver si estuviste en China o en otras zonas de riesgo", explica.

Paquetería

Otro sector que también vive estos días con intensidad es el de la paquetería. Con sus furgones, cientos de conductores reparten productos a farmacias y locales de alimentación, aunque también de todo tipo de productos. Damián Carrera tiene cinco de estos furgones con los que trabaja desde su empresa de Mos y cree que hay ciertas compras que deberían restringirse. "La venta online sigue como siempre y repartimos paquetes de Zara, Amazon, H&M? Y cada vez más", indica.

Carrera asegura que desde el estallido de la crisis sanitaria en España este tipo de compras que no son de primera necesidad "subieron". "La gente se aburre en casa y es lo que hace. Eso también debería cortarse", opina, "porque los trabajadores tienen familia y está preocupada como para arriesgarse con estas cosas".

Cristian, trabajador vigués de este sector, piensa de la misma forma. "Se tomó la medida de dejar el paquete en el portal y mantener distancias con la gente, además de llevar guantes y demás", explica. En su cabeza no cabe que sigan trabajando para repartir bultos que no son alimentación o medicinas. "No deberíamos tener que estar entregando paquetes de empresas de ropa o una funda de móvil de Amazon, por ejemplo", incide.

Tanto ellos como los camioneros tendrá que seguir trabajando salvo un cambio radical en la situación durante los próximos días. Como se queja Vidal, son "el sector de los olvidados".