"No son vacaciones, ni para profesores ni alumnos. Lo importante es mantener el ritmo". Con esta filosofía, los universitarios de la UVigo se sentaron ayer frente a sus portátiles a la misma hora a la que deberían estar en el campus para seguir las clases virtuales o consultar los materiales preparados durante el fin de semana por sus docentes, que resolverán todas las dudas a través de la plataforma de teledocencia Faitic, aplicaciones de móvil o conexiones por skype.

El sábado, el rector decretó el cierre temporal de todas las instalaciones y pidió a los profesores que, en la medida de lo posible, sustituyan las actividades presenciales por teledocencia a través de la plataforma Faitic, en la que ya están incluidas gran parte de las asignaturas. Hasta las 3 de la tarde de ayer, se contabilizaban más de 25.700 visitas frente a las 32.500 registradas durante toda la jornada del lunes día 9, lo que da idea del reto tecnológico que por ahora está afrontando con éxito la institución. Además, el equipo de gobierno ha anunciado, a través del diario digital, un sistema de aulas en directo para impartir docencia mediante videoconferencias.

"La plataforma va como un tiro, es excepcional. Tiene más de una década de experiencia y es muy versátil. El problema es que nunca nos habíamos enfrentado a una situación de teledocencia total y obligada. Todos los profesores estamos buscando soluciones y comprometidos, a igual que el PAS y los servicios informáticos, para que los alumnos puedan seguir el curso académico", sostiene Bienvenido Diez, profesor de Geología en la Escuela de Ingeniería de Minas y Energía.

A las nueve de la mañana, la hora en la que tenía que empezar su clase en el campus, colgó en Faitic un PDF con transparencias y audios en formato mp3 con las correspondientes explicaciones que grabó durante el fin de semana. "Y mañana haré lo mismo. Es otra forma de que puedan mantener el ritmo y el compromiso con la materia. Los horarios en una situación como ésta son importantes. La cuarentena ya implica una autodisciplina importante y tienen madurez para establecer unas rutinas y seguir las clases con cierta normalidad. También son muy importantes las tutorías", añade.

El confinamiento obliga a los profesoress a tirar del ingenio y Diez y sus compañeros están pensando en filmar las salidas de campo y colgarlas en la plataforma. Respecto a la posibilidad de tener que hacer exámenes "on line" si se mantiene el cierre de centros, Diez prefiere ir día a día. "No hemos llegado a ese puente. Lo principal ahora son las clases y ser lo más coherentes posibles con las guías docentes".

Uno de los alumnos de su primera clase virtual fue Rodrigo Martín, de 1º de Ingeniería de la Energía: "La experiencia fue muy buena porque puedes escuchar varias veces los audios para repasar conceptos. Salvo algún profesor del que todavía no tenemos instrucciones todos van a colgar material o resoluciones de ejercicios. Supongo que llevando todo al día no habrá problemas. Mi idea es seguir en casa una planificación como si siguiese yendo a la Universidad. Y confío en que los docentes tendrán en cuenta esta situación extraordinaria, no para aprobarnos, pero sí para explicarnos lo que no entendamos".

Rodrigo, que reprocha la inconsciencia de otros universitarios que no se toman en serio el confinamiento, permanece en su casa de Ponte Caldelas con sus padres, ambos también ya con teletrabajo, su abuela de 95 años, y su hermano mayor, Carlos, que estudia 3º de Publicidad y Relaciones Públicas en el campus de Pontevedra y ayer ya recibió una de sus clases a través de Twitch, la plataforma de vídeos en directo.

En este mismo grado imparte clase el profesor Alberto Dafonte, que ya tiene organizados los 15 próximos días de la materia de Comunicación Televisiva, que cuenta con más de 100 alumnos: "Algunos docentes ya le dábamos mucho uso al campus virtual y la parte teórica no me cambia porque siempre pongo a su disposición el material para luego comentar en clase. El fin de semana avisé a los alumnos por Slack, una aplicación para el móvil, y ya tienen el material colgado en un repositorio para hacer prácticas "on line". Ahora preparé otros 15 días por si el cierre se mantiene. Y es fundamental que los profesores no desaparezcamos. No tenemos que esperar a que nos manden dudas, hay que contactar a través de foros o mensajes para que tengan la sensación de que siguen yendo a clase".

Dafonte, que también es experto en competencias digitales para la docencia, ya compartió un vídeo por correo para ayudar a otros profesores. Echa en falta directrices más amplias por parte de los responsables universitarios. "La gente del área de teledocencia es excelente y muy proactiva. Pero desde la UVigo deberían establecerse ciertas medidas. Porque los estudiantes pueden encontrarse con muchos métodos diferentes en cada materia", advierte.

El director de la Escuela de Telecomunicación, Íñigo Cuiñas, ya le ha trasladado al equipo rectoral algunas sugerencias. "La teledocencia en nuestro centro ya se usa de manera masiva desde hace tiempo, ahora echaremos mano de vídeos o foros para resolver preguntas. Lo importante es mantener el ritmo de las clases y confiar en que esto se resuelva antes de los exámenes. Por fortuna, hoy en día todo el mundo tiene un móvil con conexión y por esa parte no habrá problemas".