Al inicio de la jornada, si había algo en lo que coincidían los profesores consultados era la complejidad para acceder a las plataformas. "Llevo un tiempo intentado acceder al aula virtual o a alguna de las páginas de la Xunta y me está siendo imposible", explicaba la directora. Y es que al tratarse de un escenario de teledocencia absoluta, los sistemas y servidores no estaban preparados para asumir toda la afluencia con la que se encontraron en esta primera jornada. Lo cierto es que a medida que transcurrieron las horas, los accesos se volvieron ya más rápidos, especialmente por la tarde. "Se trata de un nuevo modelo escolar del que estamos sacando el mayor rendimiento", añadía,

Lo cierto es que a pesar de los ejercicios o tareas propuestas por los docentes, este contenido no puede ser evaluable. "No podemos llegar y poner un examen, pero tampoco evaluarlo, por lo tanto no sé si podemos decir que se trata de un trabajo o de unas tareas obligatorias", esgrime Malores Villanueva.

Clases particulares online

Con la suspensión de las clases, las academias bajaron también sus persianas. Esta circunstancia motivó que por plataformas de empleo se oferten clases particulares o de apoyo educativo online para ayudar con los deberes durante la crisis sanitaria.