El Papa Francisco salió del Vaticano para rezar frente a María Salus Populi Romani y frente al crucifijo de madera que protegió a Roma de la 'Gran Peste' del siglo XVI, según informó Vatican News.

Con ello, el Pontífice quiso enfatizar su cercanía con quienes sufren al ir a implorar la protección especial de la Virgen que es venerada en el icono conservado en la basílica de Santa María Maggiore, en la primera etapa de sus dos visitas romanas.

Posteriormente, haciendo un tramo a pie, como en peregrinación, llegó a la iglesia de San Marcello al Corso, donde se halla el crucifijo milagroso que en 1522 fue llevado en procesión por los barrios para acabar con la 'Gran Peste' en Roma.