Nada de procrastinar, ni de estudiar cuando apetezca, ni mucho menos pensar que estos son días de vacaciones. La clave para seguir el curso en casa mientras los centros educativos permanecen cerrados y que el curso escolar no se resienta consiste en respetar en el domicilio, en la medida de lo posible, el mismo horario de clase. A las 9, matemáticas; a las 10, lengua; a las 11, inglés... Y así con el resto de la jornada. Los colegios e institutos están vacíos en la mayor parte del país, pero el curso continúa.

La recomendación la hace la voz de la experiencia. David Calle (Coslada, Madrid, 1972) lleva nueve años impartiendo lecciones online a través de su canal de Youtube -Unicoos, 1,3 millones de suscriptores, uno de los portales educativos más seguidos del país- y está convencido de que el contratiempo causado por la epidemia del coronavirus no tiene por qué arruinar el año académico, siempre que los alumnos respeten ciertas normas.

La principal consiste en emular en casa el ritmo lectivo del centro educativo. "Deben imaginar que siguen en el instituto o en el cole. Todos los días se tienen que levantar a la misma hora para ir a clase, aunque estén en casa. Deben hacerse un cronograma igual que en clase. Las asignaturas tienen que seguir el mismo ritmo, dedicándoles el mismo tiempo, y a la misma hora" explica.

Herramientas online

La tentación de pensar que estas semanas son días de asueto es grande, pero hay que plantarle cara si se quieren evitar daños mayores, sobre todo en los niveles más elevados de Secundaria y muy especialmente en Bachillerato. "Nada de irse a dar una vuelta o ponerse a ver una serie. Hay que intentar ser lo más constante posible. La única diferencia es que ahora no tienen que arreglarse y pueden ir a clase en pijama desde sus casas", advierte el 'profe youtuber'.

Muchos de los centros educativos afectados por el cierre han comenzado a usar diferentes herramientas online para mantener a los docentes en contacto con sus alumnos de manera virtual, sobre todo en Secundaria y Bachillerato. Unos utilizan plataformas digitales para indicarles las lecciones que deben leer. Otros recurren al correo electrónico para enviarles deberes y, posteriormente, hacerles llegar los resultados de los ejercicios y que puedan confirmar si los han hecho bien.

Pero también están los contenidos virtuales que circulan por la red, que en una situación de cierre escolar sobrevenido como el actual, pueden cubrir las carencias que causa la falta de un educador a quien consultar en el aula. "En internet hay infinidad de vídeos, lecciones online, páginas web, ejercicios resueltos, exámenes corregidos paso a paso...", enumera Calle, autor de un voluminoso caudal de contenidos educativos digitales para estudiantes desde Primaria hasta la universidad.

El profesor es insustituible

David Calle no es solo profesor virtual. También da clases presenciales en su academia, donde a diario entra en contacto directo con sus alumnos. Conocedor de las dos formas de enseñar, está tan convencido de lo fácil que ambas se complementan como del nulo daño que el cierre escolar puede causar a los estudiantes si estos se toman en serio esta experiencia. "La figura del profesor es insustituible y los chicos y las chicas los van a echar de menos, pero esto no impide que se pueda seguir la formación desde casa. Muchos se estarán dando cuenta ahora de que se puede aprender en casa", sostiene.

La clave, en su opinión, es ser disciplinados a partir del primer día: "Desde el principio hay que marcar un ritmo. Si no lo hacen, luego les costará engancharlo. Nada de "ya empezaré el lunes o el miércoles", nada de procrastinar. Desde el principio, hay que ponerse las pilas", recomienda.