Las quejas de los docentes provocaron que la Consellería de Educación rectificase parcialmente las órdenes para actuar durante las dos semanas de suspensión de las clases motivadas por la crisis del coronavirus. En un principio, el departamento obligaba a todos los profesores a acudir a sus puestos de trabajo para impartir clases por vía telemática -permitiendo flexibilidad por cargas familiares-, pero un día después dejó en manos de las direcciones de cada colegio e instituto elegir el personal que podrá teletrabajar desde su domicilio y el que estará obligado a acudir a esas instalaciones.

Las primeras instrucciones sobre la organización docente a partir la suspensión de las clases, que será obligatoria desde el lunes, generaron malestar en los profesores, que criticaron la obligación de acudir a sus centros docentes porque ello contribuía a aumentar su riesgo de contagio. La presión sindical llegó a las dependencias de la propia consellería, donde se presentaron representantes de las organizaciones de la Mesa Sectorial: CIG, ANPE, UGT y CCOO. No fueron recibidos por los responsables de Educación, cuyos técnicos analizaban cambios en sus intrusiones.

Esas modificaciones se centraron en dejar en manos del equipo directivo de cada centro la cifra de trabajadores docentes que deberá acudir a su puesto de trabajo "siempre que no presente sintomatología" vinculada al COVID-19, si bien en los colegios de Infantil y Primaria con menos de seis unidades didácticas toda la actividad lectiva se desarrollará por medios telemáticos, telefónicos "o de otra índole de los que dispongan los centros y las familias". De la posible obligación de acudir al puesto de trabajo están exentos el personal refuerzo o los auxiliares de conversación.

La direcciones de cada centro deberán priorizar quiénes teletrabajan desde su hogar y quiénes no, aunque Educación tampoco establece un porcentaje mínimo en cada caso. La preferencia en los permisos para impartir clase desde su domicilio será para quienes tengan a su cuidado menores de edad, mayores con discapacidad y personas con algún grado de dependencia.

La decisión sobre cómo continuar impartiendo docencia a distancia también recaerá sobre los centros. Cada uno "dispondrá de las medidas precisas para facilitar la continuidad del proceso de aprendizaje del alumnado fuera del ámbito escolar". Cada colegio, instituto o centro de Formación Profesional recurrirá al sistema de comunicación que estime oportuno. Educación pide prestar "especial atención" a 2º de Bachillerato, pendiente de las pruebas de acceso a la universidad.

Las medidas de Educación no se limitaron al aspecto puramente educativo, sino que incluyeron la suspensión de todas las actividades extraescolares y el funcionamiento de las cafeterías de los centros de Secundaria. Además, se amplió el plazo de presentación de solicitudes de admisión para el próximo curso, que finalizará una semana después del reinicio de las clases, fijado el día 30. Educación recomienda la vía telemática para ello.

La rectificación de la consellería no satisfizo a los sindicatos, que exigen el cierre completo de los centros y consideran incongruente la recomendación de teletrabajar desde el centro de trabajo, pues eleva el riesgo de contagio entre personal docente y no docente en sus puestos de trabajo y durante sus desplazamientos a estos. La CIG tacha "irresponsable" no cerrar colegios, al igual que el sindicato ANPE.

El ejemplo del malestar de cientos de docentes contra la primera decisión de Educación fue ilustrada por el director del IES de Mos, Xurxo Collazo, que ejemplificó las quejas y se declaró en una especie de rebeldía, al negarse a asumir "la responsabilidad de que ningún miembro" de la plantilla del centro "pueda contagiarse por el hecho de acudir a las instalaciones del instituto", avanzando el rechazo a cumplir la primera directriz de la consellería, que horas más tarde de que su carta se viralizase en las redes flexibilizó la norma.

Educación no respondió si había identificado a profesores que ayer no acudieron a sus puestos y si preveía sancionarlos.