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Sitges-Serra: "El coronavirus ha doblegado el mundo, la globalización muestra su cara B"

"La esperanza de vida depende un 20% de la medicina y un 80% de hábitos y entorno", asegura el catedrático -"España tiene uno de los mayores índices de Europa de frecuentación médica"

"Los 20 átomos de este nuevo coronavirus han doblegado el mundo. La globalización nos ha mostrado su cara B: las enfermedades también se internacionalizan y nos ha desvelado un mundo más frágil de lo que parecía", aseguró el catedrático de Cirugía y exjefe de Cirugía del Hospital del Mar de Barcelona, Antonio Sitges-Serra, en Club FARO el día que la bolsa de Wall Street cayó más de un 7%. "Esta enfermedad probablemente no sea más mortífera que la gripe pero sí más propagable y ha hecho disparar las alarmas como no conocíamos desde la peste en Europa en el siglo XIV o la gripe española", valoró el experto en un diálogo con el periodista vigués, Rubén Rey. Con cuarenta años de ejercicio clínico a sus espaldas, el autor del libro "Si puede, no vaya al médico" -editado por Debate y Libros del Zorzal y que ha alcanzado cinco ediciones,- disertó sobre "la dramática medicalización de nuestra hipocondríaca sociedad".

El título de su polémico ensayo contra la 'hipermedicalización' lo tomó del titular (idéntico) de un artículo que firmón en "El Periódico" cuando la lista de sus colaboraciones llegó a la número 100. Tanta repercusión tuvo aquella columna -y un vídeo de Youtube posterior- que, lejos de amilanarse ante la crítica de alguna institución médica, decidió profundizar en la idea en un libro. "Digo que la Medicina es un negocio depredador porque se va comiendo cada año más parte del gasto público", respondió a una de las primeras preguntas de Rubén Rey.

"La medicina debería de volver más al noble oficio de curar la enfermedad y no ocuparse de la salud, esa no es su misión", resumió al inicio de la conferencia. Y tiró de un ejemplo gráfico: "La esperanza de vida depende solo en un 20% de la medicina y hasta un 80% de los hábitos, las adicciones y el entorno de la persona". El dato vino a colación de una realidad actual, que "la humanidad libra una batalla absurda" -calificó- "contra la muerte". Y en ese contexto, "la medicina, antiguo y noble arte de curar, cuyos poderes la ciencia moderna parece haber ampliado más allá de todo límite, se ha convertido en un negocio de un margen de beneficio incalculable", tal y como asegura en el texto. El catedrático de Cirugía mostró datos que avalan que el 30% de la población española ya tiene una póliza de seguro privada. ¿Paciente o cliente? se preguntó el entrevistador. "El sistema público seguirá siendo la columna vertebral del sistema, pero la medicina mutual y los hospitales privados son un negocio y, como tal, podrían incurrir en sobreindicación", reflexionó. "La medicina pública es mejor para el paciente y peor para el médico y a la inversa", comparó. Del mismo modo, precisó que "la salud de la población podría empeorar con un exceso de médicos". Aunque suene paradójico, el galeno se refería a que a medida que el número de médicos en España iba creciendo, también lo hacían el número de enfermos, cada vez más diagnosticados. Quiso insistir, avanzada la charla, de que "estamos viviendo una época histórica en la que tenemos más esperanza de vida que nunca antes en la Humanidad". Aún así, parece que a la sociedad no le basta con ello y las personas se resisten a aceptar la inevitable mortalidad que llegará algún día. Ahí se situarían los desfibriladores que ya se han instalado en fincas y domicilios particulares, "por si acaso".

Antonio Sitges-Serra también realizó la matización de que la sanidad no es pública, es "solidaria", ya que depende de los impuestos y presupuestos de todos, por lo que hizo un llamamiento colectivo: "Es deber de todos no abusar". "España tiene un índice de frecuentación al médico de hasta 8 visitas por persona y año, lo que la sitúa como uno de los mayores índices de Europa", aseguró.

Tecnoutopía

Asimismo, hizo saltar una señal de alarma frente la creencia ciega en la tecnología en que vivimos. Un tiempo de "tecnolatría", calificó. "La utopía tecnocientífica es un manta del siglo XXI, frente a las utopías sociales del siglo XX". Aún así, Sitges-Serra vaticinó para esta 'burbuja' tecnológica el mismo final que las otras utopías irrealizadas.

La industria farmacéutica y, más específicamente, los inversores de que exigen rentabilidad inmediata, son también la diana de sus críticas. Y entre sus dardos, Sitges-Serra lanza alguno a la merma de calidad de las publicaciones científicas en revistas médicas que hoy se han multiplicado. Una lógica perversa. "Los médicos quieren publicar para hacer currículo y hay revistas que recogen cientos

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