Italia comenzó ayer a implementar las medidas extraordinarias fijadas por el Gobierno para tratar de frenar la expansión del coronavirus, que ya ha causado 366 muertos -133 en solo 24 horas- y más de 6.300 contagiados en todo el país.

La norma aísla y paraliza una zona que incluye la región de Lombardía y 14 provincias italianas del norte: Módena, Parma, Piacenza, Reggio Emilia, Rimini, Pesaro, Urbino, Venecia, Padua, Verbano-Cuscio-Osola, Treviso, Vercelli, Novara, Asti y Alessandria, donde viven 16 millones de ciudadanos. En estas zonas, se prolonga el cierre de guarderías, colegios y universidades tanto públicas como privadas hasta el 3 de abril, y también gimnasios, piscinas, estaciones de esquí, centros culturales, discotecas, teatros, cines y pubs. La medida más extrema es la que prohíbe entrar o salir de ese territorio, excepto para comprobadas exigencias laborales o extraordinarias como pueden ser motivos de salud.

A su vez, se suspenden todas las manifestaciones públicas y competiciones deportivas, excepto aquellas de profesionales, que se tendrán que realizar a puerta cerrada, y se prohíben bodas y funerales. Se mantienen abiertos bares y restaurantes hasta las 18.00 horas, pero manteniendo un espacio de al menos un metro entre las personas. Para el resto de Italia, se refuerzan las medidas ya aprobadas, como el cierre de colegios, y se cierran también los teatros, cines, museos y monumentos.

A lo largo del día, el tráfico por carretera, ferrocarril y aéreo entre la capital lombarda, Milán, y Roma y otras partes de Italia no se interrumpió, mientras varias regiones del sur anunciaron que se impondrán cuarentenas a todas aquellas personas procedentes de las zonas aisladas. Tras conocerse el decreto firmado por el presidente del Gobierno italiano, Giuseppe Conte, vecinos de las zonas afectadas por las restricciones se decidieron a acudir a estaciones de tren para lograr abandonar el territorio dando lugar a una imagen curiosa que radiografió la situación actual de emergencia que vive el país transalpino.

El ángelus, en streaming

La emergencia por el coronavirus provocó ayer que el rezo dominical del ángelus del papa fuese retransmitido en vídeo por varias pantallas gigantes colocadas en la plaza de San Pedro en lugar de en persona. "Es un poco rara esta oración, pero yo os veo y os soy cercano", destacó Francisco, quien ha decretado que las misas que celebra de forma privada en Santa Marta entre semana sean emitidas en directo para evitar el avance del contagio del patógeno entre los fieles.