Enrique Piñeyro convirtió ayer el escenario del Teatro Afundación de Vigo en la cabina de un Boeing 737-200, en la que recreó el vuelo de Avianca 052 del 25 de enero de 1990 a Nueva York. A bordo, los tres protagonistas de "Volar es humano. Aterrizar es divino": el piloto, el copiloto y el ingeniero de vuelo desencadenaron toda una serie de situaciones tragicómicas de la vida cotidiana a través de una mirada aeronáutica.

La de ayer fue la primera actuación del poliédrico artista argentino, que es, además, comandante de línea aérea, médico, productor y director de cine y de teatro, en Galicia, donde llegó pilotando su propio avión.