La convocatoria de 8M que reivindicará en las principales ciudades gallegas mañana el Día Internacional de la Mujer pondrá el acento en asuntos esenciales con amplio consenso entre el feminismo como la lucha contra la violencia machista, la brecha salarial o la falta de corresponsabilidad en los cuidados. Pero hace años que las diferentes corrientes feministas debaten sin acuerdo sobre cuestiones como la prostitución, los vientres de alquiler o la identidad de género. Contradicciones que habían pasado más desapercibidas en otras convocatorias, pero que este año estallaron en las redes sociales y se evidenciaron en la Comisión 8M de Madrid.
"Desde hace mucho tiempo hay distintos discursos, distintos puntos de vista y también distintas realidades. El pensamiento feminista es complejo y no dogmático, lo que conlleva pluralismo y líneas disidentes. Pero en todos los casos, siempre existe el núcleo duro en común que es la lucha por la igualdad", reconoce la docente y experta en educación sexual con perspectiva de género viguesa, Mercedes Oliveira.También confiesa cierta inquietud: "Me siento preocupada por el conflicto en el movimiento feminista. Pero también creo que es mucho más lo que nos une que lo que nos separa". Oliveira llama a evitar los enfrentamientos.
A las corrientes históricas del feminismo -que siempre han mantenido controversias, en cuanto al enfoque, objetivos y estrategias- se suma el debate actual imbuído en profundas transformaciones sociales. Las nuevas técnicas reproductivas y sus consecuencias sobre la definición de la maternidad, la posibilidad de actuar sobre el cuerpo con hormonas y técnicas médicas; o la globalización de la industria de la prostitución o la pornografía se han abierto paso dentro y fuera del feminismo.
Sobre estas cuestiones contextualiza la socióloga gallega Amada Traba: "Por supuesto que tiene mucho impacto en el debate la incorporación de otros movimientos críticos con el heteropatriarcado, concretamente las reivindicaciones y análisis realizados por parte del movimiento LGTBI o desde posiciones Queer, con las contradicciones y fricciones que en temas como la prostitución o los vientres de alquiler se puedan producir con los postulados mantenidos por el feminismo "ortodoxo", resume. "Yo diría que la mayoría del feminismo mantiene una posición unánime en torno a la defensa del abolicionismo, lo que no parece estar tan claro en las posiciones desde algún sector LGTBI o Queer", clarifica..
Uno de los quids de la cuestión es que la teoría Queer niega la posibilidad de categorías fijas de sexo y género y cuestiona la división polarizada entre ellas -también entre heterosexual y homosexual- y plantea jugar con el género, como si se tratara de una cuestión referida a la identidad, y liberar a las personas de la "tiranía" del género. Para el feminismo esta cuestión es clave pues el género es un elemento fundamental de la estructura social. "El "borrado" de esa categoría supone un elemento crucial en el conflicto", acentúa.
Así, la exsecretaria de Estado de Igualdad, abogada y actual consultora gallega, Laura Seara, defiende esa problemática: "No estoy en contra del debate de la teoría Queer, pero sí de que se sustituya a la agenda del feminismo radical", explica. "El sexo sí detemina la vivencia,no se puede sustituir por la identidad de género; las mujeres sí somos objeto político", reivindica. "A las mujeres las matan, les cortan el clítoris y somos la diana del patriarcado. Hay una razón estructural: somos desiguales por ser mujeres", reclama. La abogada cree que 'lo queer' es como "un entretenimiento académico que tiene un punto burgués pero no está en la agenda feminista histórica. Que no nos despisten, porque nos ha costado mucho llegar hasta aquí", asegura..
Sin embargo, otros colectivos como "Nós Mesmas" en Galicia, próximos al movimiento LGTB, niegan la desunión: "En Galiza o feminismo actúa unificado, as diferentes organizacións e asociacións unímonos en movementos plurais (8M e movemento unitario de Vigo) para a organización das manifestacións. Podemos dicir que esta división dentro dos movementos feministas galegos non existe. O noso movemento é interseccional e aí estamos todas mulleres lesbianas, bisexuais, transexuais, prostitutas, racializadas, mulleres con discapacidade e un largo etcétera", asegura Raquel Cordeiro.
A propósito de la prostutición, la profesora de Sociología de la Universidade de Vigo y experta en la temática, Sil via Pérez Freire destaca. "No debate social da prostitución atopámonos como fai trinta anos co da violencia de xénero no ámbito da parella. Aínda non se convertiu nun asunto político e por iso seguimos dándolle voltas a cuestións irrelevantes: que se elas queren, sempre existiu, non se pode evitar...Todo con tal de non abordar a significación tremendamente inxusta que se pretende invisibilizar coa prostitución: que os homes teñen dereito sobre os nosos corpos, o noso pracer e o noso desexo... tanto, que só precisan 20 euros para invadilo". Critica la experta que se trata de un debate que nunca se abordó en profundidad.
"Los debates son inevitables, necesarios y en general buenos, especialmente si no están atravesados por luchas de poder u otros aspectos que los pueden desvirtuar. Lo que no hemos de hacer es alimentar tensiones desmovilizadoras que desgasten el movimiento, porque aún hay mucho trabajo común y se están revitalizando posiciones reaccionarias", puntualiza la socióloga Amada Traba a modo de reflexión.
Silvia Pérez Freire- Prof. Sociología Uvigo
"El debate sobre la prostitución está como la violencia de género hace 30 años"
Raquel Cordeiro - Activista "Nós mesmas"
"Esa división dentro de los movimientos feministas gallegos no existe"
Laura Seara - Abogada y consultora
"Es estructural: somos desiguales por ser mujeres, que no nos despisten"
Amada Traba - sociología educación
"El 'borrado' de la categoría de género supone un elemento crucial del conflicto"
