Que aquello de que 'para camarero sirve cualquiera' es un viejo tópico que hay que desterrar cuanto antes para reivindicar a la hostelería como lo que es: "un sector en constante evolución, en el que uno nunca deja de aprender" es algo de lo que no le cabe duda a Fátima Coello (1995, O Barqueiro), actual estudiante del Ciclo Superior de Dirección de Servicios en Restauración en el CIFP Paseo das Pontes, A Coruña, y, desde este martes, ganadora de la VII Campeonato de Sumillería Suso Domínguez, la gran cita con el futuro de la sumillería en la península que cada año organiza el CIFP Carlos Oroza.

-¿Cómo sienta el premio?

-Estoy muy contenta. No me lo esperaba para nada porque había mucho nivel y de hecho tardé en creérmelo. Me hizo mucha ilusión. Tiene una gran repercusión para los que participamos porque conocemos a grandes profesionales y podemos aprender de ellos.

- ¿Lo más difícil del concurso?

-Los aromas. Tuvimos que memorizar 54 aromas de 'Le Nez du Vin' e identificar cinco que ellos eligieron al azar. Hay que practicar mucho, trabajar la nariz, porque no siempre es fácil diferenciarlos.

- ¿La importancia de la formación en la sumillería?

- Es muy importante en el mundo de la restauración en general. Me gustaría que se dejase de decir la típica frase: 'Para camarero sirve cualquiera'. No es cierto, nunca vas a dejar de aprender en hostelería, siempre hay cosas nuevas.

-¿La clave de un buen sumiller?

- Todo es importante pero ese querer saber más, el no quedarte estancado, el buscar mejorar cada día influye mucho en esta profesión.

- ¿Cómo se ve en el futuro?

-He trabajado en el restaurante familiar, en un negocio de eventos y actualmente en un museo relacionado con la gastronomía. Siempre tuve muy claro lo que quería estudiar, ya no solo porque me venga de familia, sino porque la hostelería me apasiona. Este es el tercer ciclo que hago y lo que me gustaría es seguir formándome y ser profesora en este sector.

- El certamen ha apostado este 2020 por visibilizar a la mujer...

-Es muy importante. Antiguamente, el papel de la mujer en la hostería quedaba oculto detrás del del hombre, él era la cara visible. Es importante reivindicar que somos igualmente aptas para esta profesión, visibilizarnos en este y en todos los sectores.