La coruñesa Emma Roca tiene 34 años y es maquinista de Renfe en Galicia desde hace casi tres. Cuarta generación de conductores ferroviarios, antes que ella lo fueron su padre, su abuelo y su bisabuelo, aunque asegura que llegó a la profesión de rebote. "Estudié ingeniería industrial y trabajé en ello hasta que me quedé en paro. Me fui a Irlanda y se convocó el curso de conducción, me volví, aprobé y aquí estoy", dice entre risas. "Me gusta muchísimo lo que hago, pero tengo mucho respeto, hay que ir con los cinco sentidos porque eres consciente de la responsabilidad que tienes con los viajeros".

Es la primera maquinista de media distancia que se incorporó en la provincia de A Coruña y realiza recorridos por toda Galicia. Asegura no haber sentido nunca rechazo. "A los usuarios y a mis compañeros, al principio, les sorprendía cuando me preguntaban por "el maquinista" y respondía ¡soy yo!" ; sabe también que alguno habrá pensado "a ver esta cuánto dura aquí", pero destaca que ha tenido suerte porque sus compañeros son estupendos.

El único tema a resolver, apunta, es que todavía se están adaptando las infraestructuras para las mujeres que empiezan a llegar a nuevos puestos en Renfe. "Ser la primera en algo está muy bien, pero también tiene cosas malas. Cuando entré no había vestuario femenino en A Coruña y me ofrecieron habilitar uno en un edificio anexo, pero propuse que a si a mis compañeros no les importaba prefería estar con todo el mundo. En los trayectos de media distancia no te cambias allí", explica.

La llegada de conductoras a Renfe es reciente. En Galicia en estos momentos la plantilla de maquinistas es de 223 personas, de los que sólo 7 son mujeres. La igualdad de jornada y salario está garantizado, pero Emma Roca apunta que hay que adaptar el vestuario de las maquinistas. "Nuestro uniforme es más parecido al de las azafatas de Renfe, con camisa y pantalones sin bolsillos, con escotito... Estamos luchando para que sea igual que el de nuestros compañeros, con corte de mujer. Necesitamos bolsillos para el cambio de cabina y no podemos bajar a la vía en tacones. Las botas de trabajo en mercancías son con horma de hombre...", cuestiones que confía puedan solucionarse pronto.