Desde el Alcázar de San Juan, Ciudad Real, a Pontevedra en autobús para conocer de cerca a los casos de éxito del cooperativismo vitivinícola gallego. No sorprende que el viaje se les hiciese largo pero, dicen, el destino mereció tanto la pena que volverán; ahora bien y a poder ser€ "la próxima vez ya cada uno en su coche o en avión". La comisión de jóvenes de Cooperativas Agro-alimentarias Castilla La-Mancha lleva ya un par de años organizando viajes técnicos con sus miembros para aprovechar sinergias y transferir conocimientos entre unas y otras zonas vitivinícolas. Si en 2019 eligieron a La Rioja; para este 2020, por su parte, lo tuvieron claro: Las D.O. Rías Baixas y Ribeiro ¿Por qué?: "Queríamos conocer Galicia, sus vinos tienen un posicionamiento envidiable, su fama es evidente y el interés en ellos también. Muchos de nosotros nunca habíamos estado, queríamos acercarnos más a su forma de trabajar en viña y sus técnicas de elaboración y también a sus estrategias de comunicación y marketing, cómo han conseguido llegar hasta donde están". Quizás fuese esto último los que más les llamó la atención: "El modo en el que cuidan cada detalle de sus etiquetas y botellas, la forma de presentar sus productos...", describe Eva Valls, técnico de la comisión y coordinadora de este tipo de viajes, que añade: "Tras las visitas a Martín de Códax, Pazo Baión y Viña Costeira , más de uno dijo: 'Voy a proponer esto en mi cooperativa, a ver cómo lo ven'". Llamaron también la atención y mucho, según cuenta Valls, los paisajes, "increíbles, tan diferentes a los de La Mancha"; y más aún el pequeño tamaño de las explotaciones: "Casi todos sus trabajos son manuales y con cajas de 20 kilos, eso para nosotros es impensable, por nuestro nivel de producción. Nos sorprendió cómo han conseguido convertir una aparente desventaja como el minifundio en una virtud", continúa relatando la manchega sobre un viaje que sirvió para poner de relieve diferencias, sí, pero también retos comunes como el relevo generacional o sus posibles soluciones a través del trabajo de las cooperativas, que intentan "poner en valor y dignificar la profesión".

Un viaje enriquecedor, en definitiva, en el que una y otra zona han podido intercambiar conocimientos, con un "aprendizaje importante" y un gran balance:"Nos volvemos encantados, muy contentos, impresionados por la calidad de los vinos y el cuidado a la hora de presentar los productos, además de los paisajes".