El coronavirus llegó a América Latina a través de Brasil, cuyo Gobierno confirmó el primer caso en el país, que también supone el primero en la única región del planeta que hasta ahora permanecía ajena a esa enfermedad.

Las autoridades sanitarias brasileñas confirmaron ayer el primer caso del virus bautizado como COVID-19, identificado en un ciudadano de 61 años que estuvo entre los pasados 9 y 21 de febrero en la región italiana de Lombardía y regresó a Brasil tras hacer una conexión en París.

El ministro brasileño de Salud, Luiz Henrique Mandetta, explicó en rueda de prensa que el paciente se dirigió al hospital Albert Einstein de Sao Paulo, donde reside, dos días después de haber llegado, con fiebre, tos, dolores en la garganta y picazón en la piel.

Debido a esos síntomas, se hizo un primer análisis que dio positivo de coronavirus, un resultado ratificado por el Instituto Adolfo Lutz, un laboratorio de referencia a nivel nacional. El estado del paciente no es grave, por lo que se ha recomendado, de acuerdo a los protocolos de la OMS, que permanezca en "reclusión domiciliar" y vigilado por los médicos durante los próximos 14 días, junto a su familia más próxima.

Mandetta indicó de que las autoridades sanitarias han comenzado a establecer contacto con las personas que pudieron haber estado con el paciente en los últimos días, lo cual incluye desde los pasajeros del avión hasta todos los familiares y amigos que le vieron desde su llegada. Una treintena de personas del entorno más íntimo del paciente, han sido contactadas. Desde su regreso a Brasil, "no usó el transporte público". El ministro hizo un llamamiento a la calma. "Es un caso importado. No tenemos casos de transmisión o indicios de circulación del virus dentro del país", declaró Mandetta, quien se refirió al COVID-19 como "otra gripe por la que Humanidad va a tener que pasar".