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Pilar Montes, de Galicia a Pittsburg para estudiar los próximos avances en audición

Los estudios de la outiense sobre el sistema auditivo en Pittsburgh revierten en mejoras tecnológicas

Pilar Montes, en la Torre de Ciencias Biomédicas Thomas E. Starzi, en la Universidad de Pitssburgh, con algunos compañeros de trabajo.

La trayectoria de Pilar Montes (Serra de Outes, 1987) demuestra que la curiosidad es el mejor motor para afrontar nuevos retos. Creía que lo suyo era la comunicación y el periodismo, pero acabó descubriendo la ciencia, a la que se ha dedicado durante la última década, y ahora se forma para dar un nuevo salto profesional hacia la gestión y regresar a España después de 4 años en la Universidad de Pittsburgh, una de las más antiguas de EE UU, cuna de la vacuna contra la polio y líder en trasplantes.

"En Secundaria eliminé todo tipo de relación con la ciencia porque no se me daban bien esas asignaturas. Y como la nota de corte en Periodismo y Comunicación subió muchísimo en mi año acabé matriculada en Psicología, pensando en cambiar y convencida de que no me iba a gustar. Pero resulta que me encantó y además me empezó a gustar la investigación", recuerda Pilar, que echó mano de los antiguos libros y apuntes de instituto de sus compañeros de facultad para ponerse al día en las materias que no había cursado.

Convencida ya de seguir por este camino, cursó el máster y el doctorado en Neurociencia de la Universidad de Santiago. Su tesis, dirigida por el profesor de Medicina Francisco González, analizaba cómo los estímulos visuales influyen en nuestra percepción y relación con el mundo: "Y pueden ayudar a los pacientes con Parkinson a realizar mejor ciertas tareas o movimientos, porque potencian la actividad neuronal".

Su actual grupo en Pittsburgh está especializado en el sistema auditivo y la investigación básica que llevan a cabo ayuda a identificar y mejorar los déficits de la tecnología o desarrollar nuevos fármacos para personas con déficits.

"Estudio la corteza auditiva primaria del cerebro en modelos animales de ratón para conocer cómo funciona el efecto cocktail party, que es la capacidad que tenemos para descartar la información auditiva que no es relevante y que inconscientemente convertimos en ruido. Lo hacemos de forma automática, pero cuando alguien no es capaz de eliminarlo se queda aislado socialmente", explica Pilar, que colabora con otros grupos para aplicar su conocimiento a la mejora de los implantes cocleares. "Todavía no están al 100% de eficiencia y tratamos de perfeccionarlos", añade.

Otro de sus proyectos está relacionado con la otitis crónica: "Quienes padecen esta enfermedad sufren privaciones sensoriales y, cuando vuelven a escuchar, algunas de sus neuronas han dejado de ser funcionales. Trabajo con investigadores que están desarrollando una especie de gel para que las interrupciones no se produzcan y las neuronas sigan trabajando".

"Venir a EE UU supuso un salto en cuanto a recursos y colaboraciones. Está muy bien ver que tus estudios tienen una aplicación de forma tan inmediata", destaca Pilar, que actualmente cursa un MBA para imprimir "un giro de 180º" a su carrera. "Cuando llegué a Pittsburgh tuvimos que montar el equipo desde cero y esa parte de gestión me gustó tanto como la de hacer experimentos. Por eso estoy intentando salir de la investigación, que es un poco complicada en cuanto a calidad de vida, y moverme hacia la gestión y planificación utilizando las herramientas adquiridas durante el doctorado y el "postdoc". Y quiero hacerlo en España", explica sobre sus planes inmediatos de regreso.

"Ser científico es tener una mente abierta, creativa y adaptada al cambio", describe Pilar sobre su propia curiosidad y una trayectoria que es más común en EE UU. "Una de las cosas que más me llamó la atención cuando llegué es que te encuentras a gente trabajando en todos los ámbitos con formaciones totalmente variadas. Tiene mucho que ver con el american dream y la idea de formarte a ti mismo. Siempre estás reciclándote, en continuo cambio. Las universidades lo fomentan para que sus profesionales sean punteros, pero esto también hace que el sistema sea extremadamente competitivo y genere desgaste", reconoce.

Para combatir el estrés, experimenta con recetas de otras culturas además de presumir de la gastronomía patria: "Salir te enriquece profesional y personalmente. Tengo amigos de Turquía, Nepal, Portugal o China y siempre viajo con productos de Galicia en la maleta. Pero lo que más triunfa es la tortilla y ya me rendí a que le echen ketchup, que nació en esta ciudad. Puedes comprar albariño y también hay marisco pero, claro, ¡no tiene comparación con el de Ría de Muros y Noia!".

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