La crisis del coronavirus de Wuhan (COVID-19) va escalando dimensiones por todo el mundo, ampliándose el número de países con personas contagiadas. En Europa, la situación más preocupante se vive en Italia, donde las autoridades confirmaron ayer ocho nuevos casos de afectados, lo que eleva a 17 el número total de pacientes infectados.

Además, hay al menos 250 personas en la región de Lombardía que han sido puestas en cuarentena, la mayoría de las cuales son enfermeras, médicos y personas que estuvieron en contacto con alguno de los contagiados.

Las autoridades de Lombardía han pedido a los residentes de diez municipios que no salgan de sus casas de forma temporal y se decretó el cierre de colegios, restaurantes, negocios e instalaciones deportivas como medida de precaución. Según el diario italiano "La Repubblica", la medida afecta, al menos, a 50.000 personas que se han quedado "aisladas" de forma provisional hasta que las autoridades aconsejen volver a hacer vida normal.

El ministro de Sanidad, Roberto Speranza, dijo que hay otros dos pacientes en Véneto (norte) a los que se les están realizando pruebas y que por ahora "no han sido confirmados" como enfermos con el COVID-19. El gobernador del Véneto, Luca Zaia, detalló que estas dos personas tienen avanzada edad y una de ellas se encuentra "en estado crítico en cuidados intensivos".

Speranza trató de tranquilizar a los ciudadanos y dijo que el Gobierno ya tenía un plan preparado porque "era evidente que lo que ha pasado podía suceder".

"Italia está preparada. Aplicaremos el plan", añadió, al tiempo que detallaba que las autoridades regionales trabajan para contener el virus en un área geográfica determinada para que no salga de ahí.

Por otra parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) manifestó ayer su preocupación por el avance de la enfermedad COVID-19 en Irán, donde en tan sólo 48 horas se reportaron 18 casos y cuatro fallecidos, mientras una mujer procedente de ese país dio positivo ayer por el coronavirus en Líbano, el primero que se registra en este país.

Asimismo, el Gobierno de Irak decidió cerrar sus fronteras con Irán durante tres días, tras conocerse que en la ciudad sagrada de Qom habían muerto dos ciudadanos iraníes por el brote del coronavirus, una medida similar a la que ha tomado Kuwait Airlines al anunciar que ha suspendido todos sus vuelos a la República Islámica hasta nuevo aviso.

Las autoridades fronterizas de Irak añadieron que aquellos de sus ciudadanos que regresen de Irán estarán sujetos "a los procedimientos adoptados por el Ministerio de Salud" para evitar la propagación del coronavirus.

En Australia, dos de sus ciudadanos evacuados del crucero Diamond Princess, que había sido puesto en cuarentena en un puerto japonés al detectarse un brote del coronavirus, contrajeron el COVID-19, según informaron fuentes oficiales. Las dos personas fueron puestas en aislamiento junto a otras cuatro al llegar al centro de cuarentena en Darwin, en el norte de Australia, después de que se les detectaran problemas respiratorios y fiebre, indicó en un comunicado el jefe de medicina del gobierno australiano, Brendan Murphy.

También el Gobierno de Israel anunció ayer el primer caso de coronavirus en el país y detalló que es una de las once personas que volvieron durante la jornada tras ser evacuados del Diamond Princess.

El Ministerio de Sanidad de China confirmó ayer que los muertos por el coronavirus originado en la ciudad de Wuhan alcanzan los 2.236, mientras que los afectados se sitúan en 75.465. Las autoridades sanitarias chinas confirmaron 889 nuevos casos de COVID-19 hasta la noche del jueves y 115 muertes, de las que 108 fueron en la provincia de Hubei, donde se encuentra Wuhan, y una en Zhejiang, Chongqing y Yunnan.

Asimismo, 2.109 pacientes recibieron el alta médica, lo que supone un total de 18.264 personas recuperadas de la enfermedad. De momento, hasta el pasado jueves por la noche unas 120.300 personas permanecían bajo observación médica por haber estado en contacto con afectados.