La disfagia es una alteración asociada a las molestias o problemas al tragar. Quienes la padecen tienen dificultades para formar en la boca el bolo alimenticio (la porción de alimento que se debe tragar) o para que el bolo se desplace desde la boca al estómago.

La solución habitual es alimentarse con purés, pero la Asociación La Esperanza de Val Miñor que da servicio a niños y jóvenes con discapacidad intelectual y cuenta con un centro de educación, un centro de día y un taller ocupacional, ha puesto en práctica un nuevo proyecto "Derecho a comer con placer" .

Con la colaboración de "la Caixa" ofrecerá alimentos triturados y texturizados que garanticen una alimentación segura y eficaz, pero también llena de colores y sabores de los diferentes alimentos por separado y ofrecer un nuevo aspecto visual", con lo que podrán disfrutar de la comida y experimentar las mismas sensaciones que el resto de sus compañeros.

La alimentación en persona con disfagia a día de hoy "consiste en un puré en el que se trituran todos los elementos de la comida (verdura, carne, pescado, pasta...) dando como resultado una masa homogénea con diversos sabores mezclados difíciles de identificar. Esta forma de alimentación es segura ya que podemos jugar con las texturas mezclando diferentes espesantes naturales (patata, maicena?) y líquidos (caldo de verduras, carne, pescado pollo?) pero resulta una comida muy repetitiva, nada estimulante visualmente y si alguno de los ingredientes no les gusta es imposible de identificar. Estar toda una vida comiendo así es muy poco estimulante y crea rechazo a la alimentación, aburrimiento, aislamiento, exclusión, segregación?", explican los responsables del proyecto.

El objetivo del ilusionante proyecto, del que empezarán a disfrutar ya 15 personas en el centro Juan María y a las que se sumarán más beneficiarios, es ofrecer cremas de distintas texturas, mousses y gelatinas suaves con texturas tipo flan. Moldes con forma de zanahorias, brócoli y demás alimentos permiten servir la comida tipo crema en el plato con el aspecto del producto al natural.

A tal fin, se adapta la consistencia de los platos de comida a las necesidades específicas de cada persona (en relación a su grado de disfagia), para garantizar una deglución segura y eficaz; se fomenta la participación en el proceso, así como la toma de decisiones a la hora de decidir en cuanto a su alimentación, y se ofrece la posibilidad de distinguir sabores, discriminar alimentos según color, probar diferentes texturas y temperaturas, percibir olores diferenciados y presentar los platos de forma más atractiva y sabrosa.

CaixaBank, en colaboración con la Obra Social "la Caixa", aportó los 11.000 euros necesarios para adquirir la máquina texturizadora: con triple cuchilla que tritura el alimento hasta conseguir la textura apropiada; la máquina de ultracongelado y el producto Gelea instant de smoothfood: Para lograr una consistencia del gel suave. Es posible congelarlo y también calentar lo (hasta 70º C) y no pierde consistencia, ala vez que permite verter a diferentes moldes y crear formas reales en 3D.