Enero dará paso al mes de febrero con un ascenso térmico poco habitual para los primeros días de este mes invernal, ya que los termómetros subirán entre 5 y 15 grados por encima de lo normal y llegarán a máximas de 25ºC, incluso en el extremo norte, y mínimas que en la mayor parte de los casos no bajarán de 10ºC, según ha informado la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).

La causa de este "veranillo en pleno invierno" es un anticiclón centrado en el norte de África, al que se suma la llegada de una masa de aire subtropical que elevará las temperaturas, según ha explicado a el portavoz de la AEMET, Rubén del Campo.

En definitiva, desde este viernes hasta el lunes o el martes en toda España se podrá hablar de calor, con temperaturas "muy por encima" de las normales para principios de febrero, sobre todo el lunes, cuando se alcanzará "el pico de calor" con valores que rondarán los 25 grados en puntos del Cantábrico y de Andalucía.

A partir del martes en toda la mitad norte y del miércoles en el resto de España, las temperaturas empezarán a recuperar los valores propios de esta época del año aunque todavía continuarán predominando, en general, cielos poco nubosos, con lluvias en el norte peninsular y en las Baleares.

La previsión en Galicia

En nuestra comunidad, un nuevo frente está atravesando hoy la comunidad de oeste a este, dejando lluvias intensas y generalizadas a partir del mediodía. Las temperaturas máximas subirán ligeramente, llegando a los 20º en Ourense y A Coruña.

Mañana sábado, los cielos estarán parcialmente cubiertos con precipitaciones débiles, más persistentes en la franja atlántica aunque con tendencia a remitir, mientras que el domingo la comunidad estará bajo la influencia de las altas presiones situadas al sur de la península. Así, los cielos estarán poco nubosos o despejados y las temperaturas máximas experimentarán otro pequeño ascenso, llegando a los 18 grados en Vigo y a los 21 en Ourense. El viento soplará fuerte de componente sur, especialmente en el litoral.

También en nuestra comunidad, el Plan Especial por Risco de Inundacións (Inungal) quedó desactivado ayer tras recuperar la estabilidad los ríos con aviso de desbordarse. El Umia era, junto con el Xallas y el Verdugo, de los que más posibilidades tenían de desbordarse, pero han ido recuperando su equilibrio.

El sexto año más cálido

El año 2019 ha sido el sexto más cálido desde 1965 y de lo que llevamos de este siglo, y normal en cuanto a precipitaciones, según los últimos datos del balance climático anual facilitado por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

De los diez años más cálidos en España, ocho corresponden al siglo XXI y seis de ellos a la década 2011-2020. Las temperaturas máximas diarias se situaron 1,2 grados por encima de lo normal, siendo el tercer año con la temperatura media de las máximas más alta desde 1965, por detrás de 2017 y 2015; en cambio, las mínimas diarias fueron solo 0,3 grados superiores a la media.

A lo largo del periodo estival se registraron tres olas de calor, de las que destacaron por su intensidad la del 26 de junio hasta el 1 de julio, en la que se superaron los 40 grados en amplias zonas del centro con registros tan señalados como los 43,4 grados de Lleida, los 43,2 grados de Zaragoza/aeropuerto, los 43 grados de Girona/aeropuerto y los 42,8 grados de Alcantarilla/base.

En cuanto a episodios fríos, hubo dos olas de frío pero fue la de los días 11-13 de enero en la que se alcanzaron las temperaturas más bajas del año: el 11 de enero en Molina de Aragón y en el Puerto de Navacerrada se registraron 11,3 grados bajo cero y 10,3 grados bajo cero, respectivamente.

Respecto a las precipitaciones, y a pesar de que el primer periodo del año de enero a octubre fue muy seco, 2019 ha terminado normal con una media en torno a 628 litros por metro cuadrado, un 3 por ciento por debajo del valor medio anual.

Las precipitaciones acumuladas superaron los valores normales en el norte peninsular desde Galicia hasta el noroeste Aragón, en el sureste peninsular y en la zona centro de Castilla-La Mancha

En las regiones cantábricas, Navarra y en parte del sureste peninsular se superó en más de un 25 por ciento la media, siendo un área entre Alicante y Murcia, y también al noreste de Granada, donde la precipitación fue superior en un 50 por ciento al valor normal e incluso se duplicaron dichos valores en algunas zonas.

Por el contrario, en el suroeste peninsular, Girona, desembocadura del Ebro y Canarias las precipitaciones fueron inferiores al 75 por ciento del valor normal y no se alcanzó ni la mitad de dichos valores en zonas de Málaga, Cádiz y Canarias.