Moncho Borrajo (Baños de Molgas, Ourense, 1949) aterriza en Galicia dentro de unos días desde Tenerife. Está radiante con su nuevo espectáculo minimalista y promete cuerda para rato. Eso sí, con un show más corto a los que nos tiene acostumbrados. Pocos saben que el polifacético cómico gallego dijo hace años que se retiraba, pero realmente estuvo ocupándose de su padre en Vigo hasta los 91 años. Menos aún sabrán que ultima su próxima novela, de argumento farandulero. Algunos más, eso sí, que será el pregonero de un Entroido ourensano. Y este domingo, 2 febrero, desembarcará en Vigo con su nuevo espectáculo "A pelo" -en el teatro Afundación, a las 19.00 horas-, un día después de actuar en el Auditorio de la Sede Afundación de Pontevedra -21. 00 horas-.
-Un nuevo espectáculo. Qué poco se repite.
-Vengo de estar en el gran teatro de Elche y en Alicante con " Borrajo más perdido", donde llenamos. Pero, como me dijo el otro día una señora: "Solo lle falta facer nenos". Le respondí que ya no tengo tiempo.
-Según el diccionario, "a pelo" es cuando se monta una caballería sin montura ni brida, se realiza algo sin ropa o sin taparse la cabeza, o tomar el whisky sin hielo.
-El espectáculo surgió para un auditorio de Abanca en A Coruña donde tenía solo una pantalla, así que monté un espectáculo 'a pelo'. Y preparé un show con diapositivas sobre las cosas que se hacen a pelo: un striptease, el amor, cantar a Capella? Muchas cosas. Y el espectáculo va de eso. Hay muy poca política, porque creo que la gente está un poco harta ya de política. Así que recupero tres monólogos que me parecen muy simpáticos sobre el cine de la época de la universidad. Cuando los 'progres' íbamos la universidad y al cine de arte y ensayo: una película china, una polaca y una rusa.
-¿Se reinventa?
-Hago algo que no había hecho nunca que es mentalismo. Y lo hago a pelo (risas). Sorprendo a los espectadores adivinando una palabra del diccionario. Yo creo que este no recuerda nada a los anteriores espectáculos. Es casi un show de un monologuista. Estoy acostumbrado a llevar escenografía y luces a escena y en este caso es mínimo. Creo que también es importante demostrar que la palabra, los gestos y la mímica son lo más importante.
-Setenta años y ¿con más ganas de seguir sobre el escenario?
-El espectáculo dura una hora y media aproximadamente, menos que los últimos. Lo justifico diciendo que estoy en la "edad prostática". Pero es cierto que cada vez que voy a Vigo me pongo nervioso. La gente no lo sabe... Pero para mí es como un examen. Entre el público siempre hay personas que me conocen, muchas de hace años, o compañeros del colegio. Quiero estar al 100% y después de cincuenta años que llevo en esto... Ir a Vigo siempre cuesta.
-No ve próxima la jubilación, entonces.
-No puedo estar quieto. Mi madre me decía: "Sempre fuches un rabo de cabra". Cuando dije que me retiraba, realmente estuve con mi padre cinco años hasta que murió, a los 91 años. Me pareció que era mi obligación como persona y con mi conciencia. Cuando he vuelto, me he dado cuenta de que es fundamental seguir. Cada vez que subo a un escenario, que dibujo, me animo. Había una frase muy bonita de una película de Spielberg en una residencia de ancianos que decía "el que deja de jugar empieza envejecer"' Creo que hay gente de 20 años muy vieja y de 70, como yo ,muy joven. Así que cuando llegue la muerte le voy a decir: "Espere un momento, estoy ensayando".
-¿Está también preparando una nueva novela?
-Estoy acabando de escribir una novela que va sobre el mundo de la farándula en los años 70,80 y 90. Son dos historias de personajes distintos, un cómico y una actriz, y tengo la ilusión de que funcione bien, como las anteriores. También hago dibujos y sigo en mi redes sociales... Supongo que el libro estará publicado para primavera, porque aún estamos con las correcciones. Quizás esté lista para la feria del libro. Lo cierto es que me cuesta más corregir que escribir. Sacar un libro es como exponer a un hijo. No voy a hacer un Nobel de literatura, pero mientras yo disfruto y la gente se lo pase bien leyendo mis libros, ¡bendita sea!
