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La larga y cálida noche de los Goya de una actriz revelación octogenaria

Benedicta confesaba ayer: "Estoy muy cansada"

Benedicta Sánchez posa con su Goya, acompañada de su hija Emma Karina y sus nietos Adrián y Pau.

La noche de los Goya fue cálida para Benedicta Sánchez. La rutilante actriz revelación de 84 años recibió muestras de admiración y afecto por todas partes y fue, si no la que más, sí una de las estrellas que más brilló en la gala del cine español. Pero también fue larga. Tal vez demasiado para la protagonista de "O que arde", que ayer regresaba a su casa, a O Corgo (Lugo), emocionada y extenuada.

"Si no le importa, lo dejamos para otro momento porque hoy no estoy en condiciones para hablar. Estoy muy cansada y además, me he hecho daño en una pierna. Ya sabe que a perro flaco, todo son pulgas", explicaba ayer al otro lado del teléfono. A las cinco de la tarde, lo único que deseaba la actriz revelación era llegar a su casa, comer algo y descansar. "Estoy ronca, me cuesta mucho hablar y tengo sueño", añadía.

El ajetreo de la alfombra roja, en la que brilló con luz propia con el diseño "vintage" cedido por el modisto gallego Adolfo Domínguez para la ocasión, y la gala parecieron disiparse a medida que la noche de los Goya iba quedando atrás. En la gran fiesta del cine español, estuvo arropada por su hija Emma Karina, y por sus dos nietos, Adrián y Pau.

"Que no se olviden de la yaya, que les quiere mucho", dijo en su discurso de agradecimiento, en el que también dio las gracias a su hija, que fue quien la llevó al casting para la película, y a su director, Óliver Laxe, y al equipo de la película. "No creo que haya princesa a quien hayan dado un trato tan maravilloso como ellos", dijo Benedicta Sánchez, que fue, además, la primera en subir al escenario del Pabellón Martín Carpena de Málaga.

Fueron muchas las emociones que vivió esta anciana de O Corgo, que se metió en el bolsillo a los miembros de la Academia de Cine y a la prensa con su naturalidad. "Ayúdenme, ayúdenme", animó al auditorio, apoyándose con un movimiento de brazos. Y el auditorio respondió con un cerrado aplauso.

La protagonista de "O que arde" también tuvo unas palabras para Galicia. "Eu son galega e quero o Goya tamén para Galicia, a miña terra meiga", afirmó Benedicta, que también se confesó enamorada de España. "Me siento perita", manifestó.

La gala de los Premios Goya, transmitida el sábado en directo por TVE, fue el programa más visto del día al congregar a casi 3,6 millones de telespectadores, un 26% de la cuota de pantalla, levemente inferior a la del año pasado.

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