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Luis Castellanos: "La gente va muy acelerada y se está dejando atrás la vida"

"Solo podemos construirnos como seres humanos si tenemos silencio y vivimos en una sociedad muy ruidosa", afirmó el neurocientífico y experto en lenguaje positivo

Luis Castellanos y Belén Varela, ayer, durante la conferencia. // Alba Villar

"La felicidad es un acto creativo consciente. No es un camino". Así definió ayer la felicidad Luis Castellanos, filósofo e investigador, experto en neurociencia y lenguaje positivo, y divulgador en bienestar lingüístico, que presentó ayer en el Club FARO, su nuevo libro, "El lenguaje de la felicidad" (Paidós), en el que invita al lector a explorar y desarrollar su propio lenguaje de la felicidad, esas palabras que se pueden aprender a utilizar para construir una vida feliz.

Castellanos se preguntó cómo se puede medir el estado de la felicidad, qué parámetros son los que empleamos para definirla y en este sentido. "¿Podemos medir la felicidad -se inquirió- si no estamos midiendo el lenguaje con el que estamos expresando eso? Muchas veces, lo que estamos haciendo es medir el estado de bienestar". En su opinión, una de las medidas de la felicidad es la libertad y la capacidad de dar respuesta a los problemas que surgen en la vida. "No necesito la felicidad. Necesito la vida y utilizo la felicidad para mejorarla. Mucha gente no quiere la felicidad, ni la necesita, porque no sabe lo que es. ¿Es tener dinero? ¿Recursos? ¿Seguridad?", sentenció.

Sin embargo, en muchas ocasiones se confunde la felicidad con la satisfacción y el bienestar. "Estamos llenos de ambiciones y la vida va pasando. Por eso, la primera pregunta para saber cuál es la felicidad es qué puedo aprender yo de mis propias experiencias y de mi mismo. No tengo otro que me haga aprender, es un 'yo' que está constantemente pensando. A veces construyendo y otras destruyendo", dijo.

En esta construcción de la felicidad tienen mucho que decir las palabras que empleamos. En este sentido, Castellanos se preguntó si alguien cuyo lenguaje no es feliz puede serlo. Por ello, el divulgador animó al público que llenó el salón de actos del Museo de Arte Contemporáneo (MARCO) de Vigo a tomar conciencia de su propio lenguaje y recordó que el lenguaje positivo es una poderosa herramienta para cambiar las cosas.

En su opinión, un lenguaje lleno de palabras de reproches y excusas no construye la tan ansiada felicidad, por lo que anima a cambiar el foco de atención.

"El lenguaje tiene que estar habitado. Tenemos un lenguaje muy manipulador. Hablamos constantemente sin habitar las palabras que decimos. Decimos por 'favor' y 'gracias' como un acto automático, pero están vacías de contenido, no las sentimos", expuso.

Castellanos aseguró que la felicidad se construye con cinco palabras: mirada, perdón, amabilidad, paciencia y aprendizaje. En este sentido, aseguró que es necesario cambiar la mirada y la forma de ver lo que nos rodea y en este sentido, reconoció que la escritora Svetlana Alexiévich y especialmente su libro "La guerra no tiene rostro de mujer", cambió su mirada. "Muchas veces vivimos en el engaño de que somos lo que nos creemos", advirtió.

También apeló por la amabilidad y en este sentido, aseguró que el mundo necesita ser más amigable, reconciliarnos con los demás, para lo que es necesaria la paciencia. "La gente va muy acelerada y se ha dejado atrás la vida", dijo.

Asimismo, dio las cinco palabras que son enemigas del aprendizaje porque, según el experto en neurociencia, la felicidad es una cuestión de aprendizaje, algo que al ser humano le cuesta mucho esfuerzo. Una de las leyes de "no aprendizaje" es la culpa. "Somos expertos en culpabilizar al otro y a nosotros mismos y cada vez que hacemos esto dejamos de aprender, porque ¿para qué vamos a aprender si ya tenemos un culpable?", planteó.

La segunda enemiga del aprendizaje es la queja. "Nos quejamos de todo. Siempre que nos pillemos en una queja estamos dejando de aprender a ser solidario, a ser amable, porque hace falta tener mucha paciencia para poder ser amable. Y también silencio. Solo podemos construirnos como seres humanos sin tenemos silencio y vivimos en una sociedad muy ruidosa, dentro de nuestra cabeza y fuera de ella, acelerada y esto no nos va a permitir ser felices", afirmó.

La tercera regla antiaprendizaje es la excusa y la letanía de los "Es que...". Castellanos también habló de la crítica, otro punto en el que el ser humano es experto. "Nos encanta criticarlo todo y encima no aportamos soluciones. Las críticas nos llevan a hacer juicios y a etiquetar a los demás. Ya no necesitamos más", explicó.

El quinto enemigo del aprendizaje es, según el experto en neurociencia, la falta de generosidad, la mezquindad, el engañarse a uno mismo.

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