La humorista acaba de poner voz a la gallina Turuleca, el personaje de los Payasos de la Tele que acaba de estrenar su propia película de animación. "Me gusta verla como una niña que está descubriendo su propio mundo", asegura Eva Hache.

- ¿Había pensado alguna vez que pondría voz a un personaje de los Payasos de la Tele?

-Para nada. Ha sido muy divertido encarnar a un personaje así, que todavía es recordado por muchas generaciones de adultos.

- En la película demuestra su capacidad vocal. Hace sonidos agudos y otros que usted llama gallináceos. ¿Tuvo que preparar la voz para el papel?

-[Risas] Sí. Trabajé durante un tiempo con el director de doblaje para este fin. Él quería que hubiesen muchos sonidos gallináceos y tal, porque la gallina empieza desde cero. Es decir, en la película tiene que aprender a hablar, a cantar... Le di un toque infantil, me gustaba verla como una niña que descubre el mundo en el que vive.

- ¿Qué ha sido más difícil? ¿Cambiar la voz o adaptarse al lenguaje del público infantil?

-Lo más laborioso fue encontrar el tono que quería que tuviese el personaje. Pero una vez encontré la voz de Turuleca, todo salió rodado. Por lo que respecta al público infantil, no me costó nada. Eso sí, la gente tiene que saber que hacer doblaje es agotador. Llegaba a mi casa molida, ya que son muchas horas de pie y tienes que invertir mucha energía en cada frase. Pero nada grave [ríe].

- Por cierto, pensaba que la gallina se llama Turuleta, no Turuleca.

-¡Yo también! ¡Y resulta que llevamos décadas llamándola mal!

- ¿Por qué tendríamos que tener más en cuenta a esta gallina?

-Porque ella es diferente. Lo interesante de poner cara a un personaje de una canción infantil es que puedes ahondar en él. Turuleca es rara, y mira que odio esta palabra, es diferente. Darle voz puede ayudar a muchos niños que igual no lo están pasando bien. Ella todavía no ha encontrado su sitio, al igual que muchas personas. La gallina enseña a los niños que con tesón se puede conseguir lo que sea, a pesar de sufrir abuso y maltrato por los demás. Es reconfortante ver que se puede lograr eso.

- ¿Lo recomienda entonces para víctimas de bullying?

-Claro, y para las familias en general. La Gallina Turuleca forma parte del imaginario de al menos cuatro generaciones distintas.

- ¿Cree que es hora de poner el foco sobre el bullying en otros ámbitos como en las redes sociales?

Yo creo que sí. Las redes sociales han provocado una cosa muy extraña. Ahora nos comunicamos por escrito. Nunca antes lo habíamos hecho de manera tan exhaustiva. Creo que mucha gente se siente maltratada en las redes. La globalización tiene cosas buenas pero también tiene cosas malas. Ahora se supone que todos tenemos que ser iguales. Todos tenemos que tener la misma vida, el mismo coche, la misma casa, los mismos deseos... Y el hecho de que exista una persona que no vaya en esa dirección puede suponer un problema. La película, por ejemplo, quiere decirnos que no pasa absolutamente nada. Al contrario, la historia ha demostrado que las personas diferentes han sido las más brillantes.

- ¿Nos transformamos en las redes sociales?

Yo creo que es por la condición que exige el formato. Nunca antes podíamos comunicarnos con todo el mundo desde el sofá y tener repercusión. Es algo que se va acoplando con el tiempo, porque todavía estamos aprendiendo a utilizar las redes sociales. Hay mucha gente que se dedica a ser hater y es lo único que hace. Pienso que eso puede ser un desahogo. Hay gente que suelta ahí su bilis y se queda más satisfecha. Es una pena, pero también es un reflejo de la soledad que sufre la sociedad, de los solos que estamos. Veo que la cosa virtual es un tanto falsa.

- Usted se ha visto más de una vez en alguna polémica en las redes. ¿Le ha afectado en lo personal?

Manejo mis redes con bastante tranquilidad. Lo primero que tuve fue Twitter, y aprendí que no me podía tomar una opinión de una persona como un ataque. También hay quienes se dedican únicamente a atacarte. Pero no me importa, porque no los conozco de nada. Lo que piensen de mí los demás no es asunto mío. Me preocupa más la deriva de algunos medios digitales, que solo se preocupan en meter noticias falsas y buscar el click. También hay personas que se prestan a eso, como algunos personajes televisivos. No me interesan nada.