Si el año pasado la capital gallega y su entorno se convertían en uno de los epicentros del Gordo en Galicia y traducían los logros en varios millones de euros, esta vez se han tenido que conformar con poco más de 300.000 y gracias a premios más modestos, dos quintos, y un tercero -el 00750-, que llegó a través de un único décimo por terminal en el estanco "Paz Nogueira", que hace 365 días también lograba hacerse con un boleto del primer premio y días después, con un 2º del Niño.

"Estamos contentísmas de repartir y de repetir", explicó Begoña Viqueira, trabajadora del establecimiento, quien quiso recordar a su jefa, que no pudo disfrutar de la alegría de ayer. "Creo que nos está echando un cable, allí donde esté, para seguir repartiendo suerte", proclama. Y cada vez reparten más: Begoña explica que los premios de la pasada Navidad provocaron que este año hayan tenido "muchísima venta de lotería", y no descarta que vaya a más en Reyes. Tampoco sabe quién pudo ser la persona afortunada que se hizo con 50.000 euros, ya que atienden tanto a clientes "habituales" como a turistas".

El 66210 fue insistente. Llamó tres veces a la puerta en Santiago, cada vez cargado de más suerte. Repartieron dos décimos en el quiosco "El Duende azul", en la calle Concheiros, vía de entrada del Camino de Santiago en la capital. Allí son numerosos los peregrinos que compran lotería, pero los vecinos de la zona "siempre están apoyando al comercio de aquí", cuenta "emocionada" Patricia Díaz. Aunque llevan poco a cargo de la administración, en 2016 ya repartieron un 2º del Niño -y no le importaría reincidir, confiesa- y el mes pasado dieron un primer premio de la Lotería Nacional del sábado, además de "bonolotos" o "primitivas".

Repartió un décimo más del 66212, tres en total, por máquina, el bar "Polígono", en el polígono industrial del Tambre, donde "los clientes habituales suelen ser de empresas" de la zona, "la mayoría obreros", explica una de las empleadas. En este local el 5º es como de la familia: es la tercera vez que lo distribuyen en los últimos años.

Pero fue la administración de la plaza de la Inmaculada la que distribuyó más suerte, en cantidad, en Santiago: tres series completas y siete décimos del 66212. De este número al final se repartieron 252.000 euros.

Finalmente, alguien se llevó de la administración de Porta Faxeira, ante la que suelen hacer cola vecinos y turistas, un décimo de otro quinto, el 81610, por terminal. Sus loteros destacaban que es "una alegría llevar suerte a las personas" y en eso son expertos: 30 años dan para coleccionar quintos, pero también segundos y hasta primeros.