La ciclogénesis explosiva "Fabien" se dejó sentir de nuevo en la provincia de Ourense con vientos huracanados, pero sin apenas precipitaciones. Una situación que provocó el descenso de los caudales de los ríos como el Miño, el Avia y el Arnoia que permanecían en alerta por los desbordamientos causados en diferentes puntos.

El rural ourensano pasó una jornada a oscuras. Los suministros eléctricos no funcionaban en más de una veintena de concellos, como por ejempllo Avión, Boborás, Cartelle, Celanova, Cenlle, Leiro, A Merca Ramirás, o Maside. En Paderne de Allariz encendieron las velas ante la falta de respuesta por la empresa contratada del reestablecimiento del suministro eléctrico. En Pereiro de Aguiar y en Barbadás, sus respectivos perfiles de redes sociales animaban a los vecinos a cumplir con los principios reglamentarios para reclamar a la empresa suministradora. El viento llegó a soplar en la tarde de ayer a más de 135 km/h en Cabeza de Manzaneda, donde fue la segunda racha más fuerte de Galicia. Los efectivos de Protección Civil se afaenaban para sacar el agua de las casas, como sucedía en Xinzo, donde el río Limia llegaba a las puertas.

Los servicios de emergencias tuvieron que cortar la carretera OU-1202, entre Farnadeiros y Lobios, por un hundimiento a la calzada. Los efectivos de Protección Civil y de emergencias señalizaron la calzada y cortaron la circulación en ese punto en ambos sentidos de la vía. En las comarcales secundarias también se tuvieron que emplear los servicios de emergencias para cortar y retirar árboles que impedían el paso.