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La relación de las drogas con la prostitución

Sexo con cocaína: una moda peligrosa

El caso del descuartizador de Valencia pone en primer plano la "fiesta blanca", una práctica que muchas prostitutas ofrecen en Galicia como una modalidad sexual más

Leonardo di Caprio en una escena de 'El Lobo de Wall Street'

"Masajes, tántrico, sexo oral, lésbico y... fiesta blanca". La combinación de sexo con cocaína, conocida como "fiesta blanca", constituye parte de la oferta de no pocas prostitutas en Galicia, que incluyen en sus anuncios en las webs de contactos esta práctica como una modalidad sexual más. Practicar sexo bajo los efectos de la cocaína no es ni mucho menos algo nuevo, pero el homicidio de Marta Calvo, del que se acusa al "descuartizador" Jorge Ignacio P.J., detenido en Valencia, ha puesto esta moda sexual en primer plano.

Como informa el diario "Levante", del mismo grupo de FARO, ya hay una supuesta cuarta víctima del colombiano, que declaró ante la Guardia Civil que se desmayó después de que Jorge P.J. le diera una bebida y que al despertarse se dio cuenta de que le había introducido cocaína en roca en los genitales.

La "fiesta blanca" no es delito, ya que se trata de dos adultos que consumen droga voluntariamente, y el consumo no está penado. Por eso a Jorge P.J., con antecedentes por tráfico de drogas, solo se le pudo acusar del delito de omisión de socorro cuando se vio envuelto en la muerte en extrañas circunstancias de una prostituta con la que había mantenido relaciones sexuales con cocaína. Después de que el joven colombiano abandonase apresuradamente el piso de la mujer, sus compañeras la hallaron inconsciente y entre convulsiones.

La "fiesta blanca" la publicitan prostitutas que trabajan por su cuenta o con otras compañeras en pisos que no están establecidos como prostíbulos. Una búsqueda en el portal líder de anuncios de contactos arroja 720 de esos anuncios que contienen el término de búsqueda "fiesta blanca" solamente en Galicia. Si la búsqueda se amplía a toda España, arroja un total de 17.238 resultados, lo que da idea de que se trata de una práctica no generalizada pero bastante común.

Según se desprende de las declaraciones de mujeres que se relacionaron con el llamado "descuartizador" de Valencia, este era aficionado a la modalidad más extrema de la "fiesta blanca": no se limitaba a esnifar la droga, sino que intentaba introducirla en los genitales de las mujeres, lo que multiplica el riesgo de una grave intoxicación.

Además de este evidente peligro, la práctica de la "fiesta blanca" conlleva múltiples riesgos. Un estudio de la Universidad Johns Hopkins de Baltimore, Estados Unidos, concluyó que consumir cocaína aumenta las probabilidades de realizar prácticas de sexo no seguro. Los resultados mostraron que el deseo sexual y el efecto de la droga aumentaron juntos y alcanzaron su punto máximo alrededor de 45 minutos después de tomar cocaína.

Además, el consumo de este estupefaciente altera la percepción sobre el grado de consentimiento de la pareja sexual y también sobre el grado de la fuerza ejercida, incluso cuando esta puede considerarse violencia no consentida.

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