El anuncio de la Lotería Nacional o del Almendro ya no marcan el inicio de la Navidad. Ahora, guste o no, el encendido de las luces navideñas de Vigo o el spot de Gadis de "Vivamos como galegos" son los que establecen la agenda de las fiestas. Ya no hace falta mirar más allá del Padornelo o el Eo para saber que la época mágica del año está aquí. Y para disfrutarla, cada año, van aumentando los productos típicos con el sello Made in Galicia: turrones, bombones, mazapanes, polvorones, espumosos...
Como señala el anuncio de Gadis este año, 'Ser galegx mola' pero es gracias a generaciones anteriores de Carmiñas, Lolas, Tonchos... que fueron transmitiendo su saber hacer pero también de gente joven que impulsa el negocio para ofrecer mantecados, mazapanes o polvores artesanos y gallegos como es el caso de la cadena Altairán en Vigo o Pastivigo.
En otras como El Molino (Vigo), Montserrat (Vigo), Pastelaría Arva (Ourense) o Fina Rei (Allariz), además, ya se pueden encontrar turrones. Fina Rei, por ejemplo, vende algunas especialidades vía web donde se pueden encontrar con sabor marrón glacé, acisclo, licor de hierbas o cava y limón.
Este tipo de comercialización fuera del taller no es fácil de conseguir debido a las exigencias sanitarias y a la ecuación que marca la rentabilidad económica.
"De momento -explican desde la ourensana Arva- no podemos vender por Internet. No podemos tener un stock tan grande. ¡Ya quisiéramos! Ofrecemos un producto en cantidad reducida y natural sin conservantes. No podemos competir con las grandes superficies porque cada pieza es única, hecha a mano. No hay ninguna pieza igual a otra", explica Mar Maceiras.
87 años de tradición
La pastelería lleva realizando turrones desde que abrió, en el año 1932. "Es un orgullo seguir aquí y que, a los clientes, les guste nuestro turrón. A nosotros, nos gustan los sabores tradicionales, que la gente que lo coma diga que le recuerda el turrón que comía de niño".
Para esta edición, ofrecen cerca de 15 sabores diferentes. Entre ellos, los más vendidos son el de licor café y el de crema de orujo, más los de chocolate.
Otra pastelería que apuesta por la tradición -lleva desde 1968 en Vigo- pero con la incorporación de nuevos sabores cada año es Montserrat. En su carta esta Navidad, se podrá encontrar turrón de chocolate, café, almendra fileteada, té negro, daikiri, crujiente de praliné, capuchina, turrón de yema, gin tonic e incluso variedades para veganos.
Serán más de 30 sabores diferentes de turrón, incluidos sabores como daiquiri, gintonic, Cointreau, whisky o café. Solo de chocolate, habrá una veintena que ya están a la venta.
Beatriz de Labra, de Montserrat, destaca que "lo artesano vuelve. No es lo mismo comprarlo en el supermercado, que venir aquí, que podemos explicarte el proceso del turrón, utilizar materia prima de primera calidad".
Esa es la gran baza del turrón gallego: la materia prima de calidad. Desde Arva, explican que han pagado este año 70 euros por un kilo de piñón blanco Castilla. "Si ves un turrón barato, desconfía", añade Mar Maceiras. Los artesanos se sitúan entre 24 y 37 euros el kilo.
Otro turrón artesano con sabores especiales es el que preparan cada año desde la Asociación Cultural As Ortigas. Martín Álvarez, su presidente y profesor de Hostelería en el Instituto Lagoa de Antela, en Xinzo (Ourense), explica que el punto fuerte de sus productos en la miel de O Xurés. Por encargo, realizan turrón de patata frita; de nueces con nata o de licor café. Incluso con sus alumnos ha hecho un experimento: turrón con aroma de palomita.
Más allá del turrón artesano de pastelerías pero con el marco de producto delicatessen trabaja la empresa gallega Chocomiño. Un año más, ha preparado alrededor de 25.000 tabletas de turrón de chocolate Antoxo que vende, principalmente, en Galicia, Madrid, Asturias y Sevilla. Alguna incluso viaja a Alemania. "Pero es capricho de un algún gallego", explica Joaquín Eiras, uno de los impulsores de esta marca, radicada en Salvaterra (Pontevedra).
