La joven india de 23 años víctima de una violación, a la que el jueves un grupo de hombres prendió fuego cuando se dirigía a testificar, ha muerto en un hospital de Nueva Delhi. Las autoridades se comprometieron a aplicar un castigo ejemplar a los responsables, en un clima de protestas contra este tipo de delitos, iniciadas tras otro caso de violación y asesinato de una joven veterinaria el 27 de noviembre.