La Cumbre Global Clima y Salud reclamó ayer a los negociadores de la Cop25 que impulsen la protección de la salud en su agenda y destinen más fondos climáticos mundiales a su preservación y defensa.

Este es uno de los mensajes de esta Cumbre Global, organizada por la Alianza Global Clima y Salud en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS), celebrada en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, que alertó sobre la enorme amenaza que para la salud supone la crisis climática.

"Solo un pequeño porcentaje de todos los fondos climáticos mundiales se destina al clima y la salud. Se necesita mucho más para la adaptación del sistema de salud y para las intervenciones básicas de salud pública que mejoren el estado de salud de las personas", recogen las conclusiones.

Jeni Miller, directora de la Alianza Global Clima y Salud, resaltó: "El tiempo para las palabras ha pasado hace mucho tiempo. Es el momento para que los gobiernos continúen con una acción audaz en materia de salud climática".

La Alta Comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, Michelle Bachelet, insistió en este encuentro en que el cambio climático "es la mayor amenaza a los derechos humanos".

En uno de los paneles de la Cumbre, Bachelet mantuvo una conversación con la responsable de Salud Pública y Medio Ambiente de la OMS, la española María Neira, en la que ambas hicieron un llamamiento mundial para que la salud se coloque en el centro de las consecuencias negativas que supone la crisis climática. "La salud humana es un derecho -insistió Bachelet- y el cambio climático afecta más a la salud de los más vulnerables, de las mujeres y los niños. Tenemos hechos, no hablamos de ideas. Siete millones de personas mueren al año en el mundo por contaminación. Los políticos deben analizar los hechos y tomar decisiones".