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La violencia machista sale muy cara

Un estudio pionero estima que las agresiones a mujeres por sus parejas o exparejas suponen un coste mínimo de 1.300 millones anuales

Todas las cosas tienen un coste. La lacra social de la violencia machista también. Si bien el emocional no se puede medir, sobre todo cuando hay víctimas mortales, el monetario es impactante. El primer estudio de estas características realizado en España, presentado ayer en Oviedo, sitúa la estimación más conservadora, el coste mínimo, de la violencia de género en 1.300 millones de euros al año (0,11% del PIB). Para hacerse una idea, es lo que pagó Google por la compra de Youtube. El presupuesto destinado al pacto de Estado contra la violencia de género es de 220 millones.

"El impacto de la violencia de género en España: una valoración de sus costes en 2016" es un estudio promovido por la Delegación de Gobierno para la Violencia de Género y realizado por un equipo de la Universidad de Alcalá de Henares. "Fue un trabajo de investigación muy difícil y complejo, por la propia temática y porque su impacto emocional nos afecta a todos", aseguró ayer su directora, Elena Mañas.

El estudio analiza los múltiples impactos económicos que provoca la violencia ejercida sobre las mujeres por sus parejas o exparejas. Se estiman los costes tangibles directos e indirectos que recaen anualmente sobre las víctimas, sus familiares, las administraciones públicas, las empresas, las asociaciones del tercer sector y la sociedad en general.

Los investigadores centraron sus cálculos en el análisis de tres itinerarios. Uno es el laboral o productivo, que analiza, por ejemplo, la inactividad y el paro de las víctimas; otro es el de la asistencia sanitaria, que está relacionado con los costes derivados de la atención por los daños causados sobre la salud física, sexual y mental de la mujer, y por último, el ámbito legal, que abarca desde la fase inicial de información, asesoramiento, asistencia jurídica, hasta la policial, judicial y penitenciaria.

¿Y qué pasa con los costes intangibles? No se incluyen en el estudio porque, aseguran los investigadores, son imposibles de cuantificar al no suponer un desembolso económico. Porque ¿cómo se puede cuantificar monetariamente lo que costarían el dolor, el miedo, el sufrimiento, propio, de los hijos y del entorno familiar.

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