Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

"Con los clásicos ocurre que no se lee lo que se enseña. Y en eso Galdós es una víctima"

- Se le considera el escritor español más universal después de Cervantes, pero ¿goza del mismo reconocimiento? ¿Se está descuidando el estudio de los clásicos?

-Galdós es, sin duda, un escritor universal, al igual que otros de su tiempo como Balzac, Dickens, Tolstoi... Otra cosa es que hoy se le lea tanto como debería. Con los clásicos ocurre que no se lee lo que no se enseña. Y en eso Galdós es una víctima. Sin embargo, escritores actuales, de éxito, se declaran lectores suyos e, incluso, siguen sus modos de escritura. Pienso en el desaparecido Rafael Chirbes, Antonio Muñoz Molina o Almudena Grandes.

- ¿Cuánto hay de Cervantes en el propio Galdós?

-Galdós fue un apasionado admirador de Cervantes. Toda su literatura está plagada de elementos cervantinos, tanto en el aspecto temático -la quimera inalcanzable- como formal -manuscritos, doble autoría, historias intercaladas- además de los innumerables personajes quijotescos y los frecuentísimos homenajes.

- En 1912 estuvo a las puertas de obtener el Nobel. ¿Por qué cree que no lo obtuvo? ¿Influyó en ello su ideología liberal?

-A fines de 1911 empiezan a sonar dos nombres como candidatos al Nobel: Benavente y Galdós. Acaba, luego, retirándose el favor al primero y don Benito logra el apoyo de la izquierda. En 1912, las propuestas se inclinan hacia Galdós pero además hacia Menéndez Pelayo. La prensa también se dividió: la progresista apoya al primero y la conservadora al segundo. Ortiz-Armengol, el mejor biógrafo del escritor canario, que consultó el archivo de los documentos que demandaban la concesión del premio a Galdós, no da una clara respuesta a la negativa del comité a otorgárselo. Parece ser que el informe de uno de sus miembros subrayaba algo que en aquellos momentos era cierto: Galdós era encumbrado por sus partidarios políticos e ideológicos y vituperado por los contrarios. No obstante, en la lista de apoyo que llega a Estocolmo figuran escritores e intelectuales de todo tipo.

Compartir el artículo

stats