A Inocencio Arias (Almería, 1940), la jubilación le ha sentado bien, al menos, a la hora de sentirse libre para realizar comentarios, opiniones o análisis de la realidad española e internacional y sus líderes. El diplomático de la eterna pajarita inició ayer en Vigo la gira de presentación de su último libro, "Con pajarita y sin tapujos". Lo hizo en CLUB FARO presentado por el insigne periodista Fernando Franco. En el coloquio, Arias opinó que "no hay mayor sandez que hablar de la superioridad moral de la izquierda".

Esta aseveración la enlazó con las opiniones de algunos políticos de izquierda que están restando importancia a la sentencia de los ERE en Andalucía (que ha condenado a dirigentes socialistas en la comunidad por facilitar subvenciones sin control) señalando que no es comparable su magnitud a la del caso Gürtel del PP.

Inocencio Arias recordó que Andalucía es la comunidad autónoma con más desempleo. "En una tierra en la que hay tantos parados, se produce un escándalo que significa que una ayuda económica que llegaba a los desempleados es desviada para otros fines, a veces, no santos. Esa cantidad, según los jueces, asciende a 680 millones de euros. ¿Cómo alguien del actual Partido Socialista se atreve a decir que lo del Gürtel es un escándalo total porque la derecha es corrupta anímicamente y que lo de los ERE no?", reflexionó.

A continuación, subrayó que "lo de los ERE es el mayor escándalo económico de corrupción de los últimos noventa años. Esos millones de euros que debían ir a parados se distrajeron para darlos a sociedades cercanas a un partido".

Echando la vista atrás, Arias recordó que Franco se alzó contra la República en un golpe de estado pero añadió que "dos años antes, en 1934, la izquierda intentó dar un golpe de estado parecido al de Franco solo que fue abortado porque el gobierno actuó con energía. El fin era el mismo que el de Franco: la intención era cambiar por procedimientos no legales un régimen político". El diplomático se quejó de que la mayoría de los libros de historia "pasen por alto" este episodio.

En su coloquio con Fernando Franco, Inocencio Arias reconoció que "la realidad (actual) es compleja,pero también lo era hace 30 ó 40 años". Preguntado por las movilizaciones violentas que están latiendo bajo el volcán de América Latina, indicó que "gracias a los medios de comunicación nuevos, si un grupo de población está descontento eso se expande a través de internet y atrae a centenares de miles de personas".

No obstante, sin tapujos como señala el título de su nuevo libro editado por Plaza Janés, indicó que es "muy raro" que en Chile se haya y se esté produciendo un levantamiento popular como el actual por la simple subida del precio del transporte público.

Recalcó que es raro que esa protesta se haya expandido a Bolivia, Perú y otros países. A su juicio, el motivo de estas revueltas no reside en las desigualdades sociales y el deseo de combatirlas.

Arias señaló: "Yo creo que está siendo alentado por fuerzas externas".

A continuación, recordó que más de cuatro millones de venezolanos se han marchado de la república bolivariana en los últimos años, lo que supone un porcentaje considerable de la población (en el año 2013, Venezuela tenía cerca de 33 millones de habitantes).

Arias está convencido de que este éxodo voluntario pero al mismo tiempo inducido por la situación económica y social del país está propiciando las revueltas en otros países del cono sur americano. "Maduro se está vengando de eso (de la migración), aseveró rotundo, "sin importar si estas revoluciones tienen base justa o no".

En cuanto a la calidad de los políticos españoles, señaló que "la generación de políticos de Felipe González o Adolfo Suárez era gente de mayor altura" que la actual. "De los políticos que había en las Cortes, señaló, un 80% tenía probablemente un grado universitario. Hoy, un porcentaje importante de políticos no tiene grado universitario y no ha trabajado en su vida. Hay un porcentaje no pequeño que no tiene experiencia laboral. Si miramos la nómina de los que negocian no tienen la cultura, ni formación cultural ni nómina... Hay menos políticos formados en altura que los formados hace 30 años".