Tras el nombre Depedro, Jairo Zavala (Madrid, 1973) se muestra como un músico en permanente estado de búsqueda, en continuo viaje. Literalmente. Responde a FARO desde un Santiago de Chile en ebullición. La reacción a las protestas civiles llevó gases lacrimógenos hasta las puertas del estadio de la capital chilena en el que daba su concierto la pasada semana. Hablamos el día de su segundo directo en el país, pero poco antes de volar a Argentina. Solo unos días más tarde, este viernes, desplegará todo el arte contenido en "Todo va a salir bien" en Vigo (Auditorio Mar de Vigo, 21.30 horas). Será su 'fin de gira en Galicia' y un lugar al que -reconoce- desea llegar. Después de rockear con Vacazul, tocar con Amparanoia y formar parte de Calexico, ha sabido crecer y reinventarse, ya como Depedro, con un proyecto personal luminoso y mestizo. Un cálido crisol sonoro que exprime raíces. Pero además, el músico trae nuevo disco bajo el brazo. "Érase una vez", una aventura que Depedro aborda después de cinco discos y que muestra el respeto que le merece su público más sincero: los niños, a quienes reconoce como oyentes inteligentes.

- Ha decidido continuar sus conciertos en medio de las revueltas, ¿cómo está viviendo la crisis desatada en Chile y la violencia en las calles?

-El sistema neoliberal es una mesa cuyas patas están rotas. Sin duda, Chile es una explosión de las muchas que habrá. La gente aquí no puede sobrevivir con lo que gana, así que la juventud ha dicho "no puedo más" y el país le ha seguido. Nuestro trabajo es cantar, es hacer arte y llenar esos huecos de una vida en blanco y negro. Decidimos entre todos hacer el concierto, a pesar de ser un momento muy, muy difícil. De hecho, fuera [del estadio] había barricadas. Estaban tirando gases lacrimógenos en la puerta. Y aún así, la gente vino. Estaba todo vendido, pero quedaron muchas butacas vacías. Fue un concierto bastante emotivo, porque ahí te das cuenta del esfuerzo, del abrazo del cariño.

- Y sigue su gira por el país.

-Hay una manifestación enorme convocada en Santiago de Chile, pero en todo el país está pasando lo mismo. Estoy con músicos locales; es decir, mis amigos artistas son parte de la ciudadanía y comparten inquietudes con sus compatriotas que están en la calle.

- Menuda puntería. Su gira también recaló en Barcelona poco después de la sentencia del 'Procès'.

-Cierto. Pero no tiene nada que ver: aquí ha habido 22 muertos. Ni la escala de las cosas que pasan aquí, ni el sufrimiento es similar. En Barcelona ha sido un concierto maravilloso, imborrable para mi memoria... Como seguro que será el de Vigo.

- ¿Qué prevé para el concierto de Vigo?

- El concierto de Vigo va a ser muy especial, tengo muchas ganas de ir por ahí. Tocaré muchos de los temas del disco "Todo va salir bien", pero también clásicos de Depedro.

- Se ha prodigado mucho por Galicia: en Vigo en el Sinatra, en el Náutico de San Vicente, festivales como PortAmérica o el de La Luz, en Cans presentó "Casamance", ¿cómo define a este público?

-Es un pueblo que abraza. A mí por lo menos me lo ha demostrado. No ahora que van las cosas bien, sino en el pasado, cuando empezábamos y solo íbamos por carreteras secundarias llenas de curvas. Nos trataban de la misma manera. La diferencia es que ahora viene más gente, pero siempre me han tratado como en mi casa y les estoy muy agradecido.

- Ahora canta a la infancia en "Érase una vez".

- "Érase una vez" es un disco dedicado a la infancia. He intentado que no sea de una manera condescendiente, que se dirigiera con naturalidad, siempre respetando la inteligencia de los niños. Son canciones que he construido pero no son nuevas, muchas de ellas las hice en el seno familiar. A veces, para intentar explicar a mis hijos cómo manejar la frustración. Como gente cognitivamente enorme que son los niños, las aprenden y las usamos. La música sirve para muchas cosas, una de ellas es la educación, además del uso lúdico. Tenía ya bastantes canciones y pensé en hacer un disco. Ellos se han enfadado [risa] y me han dicho: esa canción era nuestra. Pero he tratado de darle un punto de universalidad, para que no funcionaran solo en mi hogar, si no que empáticamente otras familias lo pudieran adoptar.

- ¿Es usted el niño de la portada del álbum?

- Sí. La foto de la portada y contraportada soy yo y en el interior también hay fotos de músicos que han colaborado y me han ayudado a hacer este disco tan bonito.

- ¿Escucharemos el adelanto de algún tema en Vigo?

-De momento no, porque quiero vestirlo de una forma especial. No voy a hacer muchas presentaciones, pero si haré algunas matinales para que los pequeños puedan asistir y pretendo que el concierto tenga un punto interactivo. Llevo tres años seguidos girando por el planeta. Quiero descansar y después trabajar en construir esta "microobra" de teatro que acompañará a "Érase una vez".

- "Quiero descansar" es también el título del primer tema. ¿Su predilecto?

- "Palabra favorita".

- En "Todo va a salir bien", colabora con Coque Malla, Santiago Auserón, Izal... ¿Volvería a repetir con alguno?

-Si alguno de los genios que me ha acompañado quiere cantar en el futuro conmigo, yo encantado.

- Ha dedicado elogios a Luz Casal, tras "Te sigo soñando".

-Luz ha sido una referencia y tener su talento en mi disco fue una maravilla. En las distancias cortas es más grande todavía.