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Marta Sánchez Guillén: "Un buen guionista tiene que aprender a reescribir tanto como a escribir"

"No te ofendas con la ficción, da más miedo lo que pasa de verdad"

Marta Sánchez Guillén. // Guillem Bosch

Lleva más de veinte años en el oficio de escribir guiones para ficciones de televisión, principalmente comedia. Ha trabajado en series de éxito como 7 Vidas, Aída o Allá abajo; y tiene pendientes de estreno En Pep, para IB3; Madres, para Telecinco; y Supernormal, que se rueda para Movistar.

- ¿Cómo ha cambiado la comedia desde que empezó?

-Ha cambiado junto con el espectador. A pesar de lo que diga mucha gente, el espectador tiene un gusto muy bueno, ha visto ya muchas cosas y ya no le puedes dar gato por liebre. Las series cada vez tienen más autoría. Antes se trabajaba en equipos de tres o cuatro personas y ahora se buscan historias más de autor, aunque sean divertidas, que tengan un sello propio y algo original. No le puedes dar las típicas tramas, ni los típicos chistes. El espectador ha evolucionado muchísimo en poco tiempo.

- ¿Una serie como 7 Vidas , encajaría en este panorama?

-En 7 Vidas nos metíamos con todo el mundo, hacíamos chistes de los Reyes, de Franco, de cualquier cosa. En ese sentido era un humor muy libre y muy pegado a la actualidad y eso nos diferenciaba. Eso ahora también funcionaría con chistes pegados a la actualidad y que la gente se viera reflejada y que muchos personajes digan cosas que tú igual no te atreves a decir y lo dejas en boca de ellos.

- Ahora vuelve a triunfar Friends , ¿qué le parece?

-Creo que es una serie con unas tramas tan universales que no pasa de moda, pero ahora con Friends ha habido una polémica de ofendiditos, la han acusado de gordófoba, de ir contra la mujer, de homófoba. Y 7 Vidas funcionaría con los chistes de actualidad pero nos meterían en la cárcel al minuto tres. Y con el Twitter te crujen. Yo creo que ahora mismo la productora se autocensuraría más que antes y eso es un peligro.

- ¿Cómo se ha llegado a esta situación?

-Está muy bien que todo el mundo pueda opinar, pero no deja de ser una opinión. En Allá abajo hubo un guionista que hizo un chiste muy desafortunado en contra de los andaluces y pedían su cabeza, que le despidiéramos. No se puede pedir eso por un chiste. En 7 Vidas teníamos un truco y es que el personaje que decía cosas desagradables, el frutero, nunca quedaba por encima. Tenemos mucha menos permeabilidad y se nos olvida que son personajes. No te ofendas con la ficción, da más miedo lo que ocurre de verdad. Oféndete con los informativos.

- ¿De qué se ríe la gente?

-De la desgracia ajena. Lo que se suele decir a los actores de comedia es "no te hagas el gracioso, no te rías de tus propios chistes, súfrelo, sufre con lo que te pasa". El protagonista de El apartamento, no puede dar más pena. Es una tragedia lo que le pasa, está solo en el mundo, Jack Lemmon es el personaje más triste que te puedas imaginar. Si le das la vuelta a esa película y la haces drama, te mueres. En cambio te ríes porque el personaje lo pasa mal y cuando peor lo pasa, más te ríes.

- ¿Qué se le pide a una serie?

-Personajes originales y tramas propias que no puedas ver en otro tipo de series americanas o inglesas. Creo que ahora mismo se buscan más comedias y es más difícil encontrar comedias buenas que dramas o thrillers.

- ¿Lo más difícil es crear buenos personajes?

-Hasta que no veas escrito el personaje, cómo habla, cómo reacciona, es muy difícil ver si va a funcionar o no. Con Los Soprano se rompió una barrera potente, era la primera vez que un mafioso era el protagonista. Ese fue un cambio bastante importante, que los malos puedan ser protagonistas y te puedan enamorar. No hay que poner límites a buscar personajes con capas, oscuros, porque si lo haces bien la gente se va a identificar y va a seguir al personaje.

- El guionista es también creador.

-Antes, en las series había un creador y un equipo muy grande de guionistas. Había muy poco margen a la autoría, eran productos con un formato muy cerrado. Ahora los equipos se han limitado mucho más, los capítulos ya no los hacen tres o cuatro personas sino una, como mucho dos, eso es malo porque se contrata a menos gente, pero es bueno en el sentido de que puedes aportar más de ti.

- ¿Cómo cambia su trabajo con las plataformas digitales?

-Ha supuesto sacarnos de la oscuridad. Cuando yo empecé en Globomedia, la gente pensaba que Emilio Aragón lo escribía todo. Lo más importante es que ahora el guionista es el que va a vender sus ideas cuando antes era el productor el que tenía la cita con las cadenas, era el que vendía la idea y tú desaparecías. Ahora nosotros vamos a vender nuestras ideas y nos reciben a nosotros y eso ha sido un cambio brutal.

- Un buen guionista precisa de...

-Mucha humildad, que no está reñido con tener ego. Tú escribes con ganas de que a la gente le guste, pero tienes que tener la suficiente humildad como para que si alguien te hace una crítica constructiva sepas que tu guion puede crecer. Una primera versión nunca va a estar del todo bien. Tienes que saber que un guionista tiene que aprender tanto a escribir como a reescribir. En la reescritura al final está el truco.

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