Los cineastas gallegos Eloy Enciso, con "Longa noite"; y Jaione Camborda, con "Arima", constituyen la representación del audiovisual gallego en el Festival de Cine Europeo de Sevilla (SEFF). Ambos participaron ayer en la recepción que la Consellería de Cultura e Turismo y Galicia Calidade ofreció en la ciudad hispalense en el marco del certamen andaluz bajo el título de "Celebrando o cinema galego". Ambos filmes cuentan con subvenciones de la Axencia Galega das Industrias Culturais (Agadic) para su promoción exterior, y ambas películas se exhibirán en su versión original en gallego, con subtítulos en español e inglés.

Enciso (Meira, Lugo, 1975) presentó ayer "Longa noite", su segundo largometraje de ficción, que compite en la Sección Oficial del Festival de Sevilla después de pasar los de Locarno (en el que triunfó), Toronto y Nueva York. Se trata de una calmada reflexión del daño, en casos, permanente, que dejó la "larga noche" del franquismo en la sociedad española.

"No he querido contar qué pasó sino cómo; es lo que me parece más importante para nuestro presente. Ver cómo ocurren las cosas porque si cogemos distancia, perdemos oportunidad de entender", explica el director gallego. Y añade al respecto que "puede pasar con otras cosas, como el machismo, el mobbing... Por desgracia -dice- esos mecanismos son atemporales; es fácil decir que eso 'pasó entonces', o 'allí'. Pero con cambiarle el nombre no desaparecen las cosas".

"Eso muestra también que el franquismo no era sólo un señor gordo y bajito con bigote en un cuadro en una pared, es algo que se filtra por toda la sociedad y que sigue incrustado en un montón de circunstancias de la vida", considera.

Explicaciones

Aún reciente la exhumación de Franco, y con los últimos resultados electorales evidenciando un fuerte empuje de la derecha más reaccionaria, Enciso comenta que, sin ser politólogo ni analista, sí entiende que las explicaciones hay que buscarlas en más sitios. "Funcionaria mejor que analizar qué están haciendo mal los otros ver qué hacemos nosotros mal, como modo de dejar a los otros en evidencia. En el contexto actual -reflexiona Enciso-, los motivos hay que buscarlos más en cosas que no está consiguiendo y que está haciendo muy mal la izquierda, que no en ellos, que son básicamente un movimiento regresivo nostálgico".

Premiada en el pasado festival de Locarno, la película se inspira en textos de Max Aub, Ramón Valenzuela, Alfonso Sastre o Luis Seoane, y en cartas de represaliados por el franquismo. "Empecé a buscar textos y no encontraba. Hablé con un catedrático de literatura que fue quien me dijo que todo lo referente a este periodo está muy fragmentado y que si quería recomponer esa época debía empezar por la literatura del exilio, que eran los que tenían libertad para escribir".

Pero Enciso "no quería contar sólo con los testimonios de los que no estaban aquí", así que empezó a leer memorias que vieron la luz durante la Transición. Y también encontró cartas de familiares de presos, que fueron la chispa del proyecto: "Con un lenguaje muy simple, hablaban de una estructura muy compleja", apunta.

"Realmente no era mi plan inicial que fuera una película tan coral, en el sentido de las fuentes que yo uso para 'Longa noite'. sino que pensé hacerla solo con una obra literaria, como hice con 'Arraianos' (filme que ganó la Nuevas olas del Festival de Sevilla de 2012) que me sirviera de base para la línea narrativa, los idiomas y los actores".

Actores no profesionales o venidos del teatro amateur que atraviesan al espectador declamando textos literarios o epistolares, creando momentos de autenticidad y desconcierto completamente desgarradores, con la ayuda de la bellísima fotografía de Mauro Herce.

"Longa noite" está contada desde los ojos de Anxo (el artista Misha Bies Golas), que regresa a su casa en Lugo tras haber desaparecido durante la guerra Civil Española. Él va conversando con personajes que le retrotraen a recuerdos personales y colectivos y dejan reflexiones que reflejan muchas situaciones actuales.

Tres partes

Enciso la ha estructurado en tres partes, la primera, dice, lleva a espacios abiertos, públicos, donde aparecen diferentes estratos sociales; la segunda muestra "otra realidad que ocurría, pero silenciada, y en un tono más confesional", y la tercera, "la más sencilla y a la vez, la más profunda".

"Aquí los textos son muy sencillos, cartas que presos escribían a sus familias, pero que reflejan la contradicción entre el individuo y un sistema que se está imponiendo con una violencia que, a veces, es física y literal, y otras, sistémica, burocrática, casi kafkiana, que le dejan a uno confuso".

La película llegará a las salas comerciales el próximo 5 de diciembre.