El exterminio de los indios en América, una de las patas, junto con la Inquisición, sobre la que se sustenta la leyenda negra española, es falsa. "No hubo genocidio de indígenas. No, al menos mientras estuvieron los españoles", afirmó ayer Juan Eslava Galán en la conferencia que impartió en el Club FARO, donde presentó su última obra, "La conquista de América contada para escépticos" (Planeta), en la que explica las circunstancias de la conquista del Nuevo Mundo, desde el desabastecimiento de especias y oro, y describe a algunos de sus principales protagonistas, como los Reyes Católicos, Colón y Hernán Cortés.
El escritor e historiador aseguró que el exterminio de indios del que se le acusa a España se dio, efectivamente, pero en el siglo XIX, cuando el territorio se había independizado y ya no pertenecía a España, al igual que sucedió en Estados Unidos con los nativos americanos. En este sentido, recordó que la reina Isabel la Católica reconoció a los habitantes del Nuevo Mundo ciudadanos del reino de Castilla, por lo que prohibió que pudieran ser esclavizados y que promovió, además, los matrimonios entre nativas y españoles. "Esto explica por qué de todas las conquistas europeas la española es la única que dio lugar a una población mestiza, aunque esto no quiere decir que los indios no hubieran sufrido abusos, que los hubo", explicó.
Aseguró que el problema de la leyenda negra sobre la conquista de América no es tanto que otros la difundan, sino que los propios españoles a veces se la crean. "La batalla contra la leyenda negra la tenemos perdida, pero somos tan papanatas que a veces hasta nosotros mismos la hemos aceptado. Convendría que tuviéramos ciertos conocimientos de nuestra historia para poder defendernos al menos. Francia, Holanda, Inglaterra han cometido genocidios, están estudiados, lo saben, pero no lo divulgan", añadió el historiador, quien insistió en que a pesar de las torpezas que se cometieron, España ha de sentirse orgullosa de su paso por América, a la que dejó un idioma común.
Eslava Galán explicó cómo se desarrolló la conquista del Nuevo Mundo desde sus orígenes, desde el momento en que la escasez de especias, un producto muy demandado por la nobleza, por el cierre de la llamada Ruta de la Seda obligó a buscar otras alternativas. Comenzó así una carrera por buscar nuevas rutas para llegar a la India y a las Malucas y hacerse así con el codiciado comercio de las especies que implicó al reino de Castilla y el de Portugal y que terminó ganando el país vecino, aunque en medio de esta batalla, España ganara un continente. "Los portugueses eran mejores navegantes que los españoles", reconoció el conferenciante, que fue presentado por la catedrática de Historia Rosa Pascual.
El descubrimiento de América es, recordó, el resultado de un error de cálculo, un error que también hizo que la propuesta de Cristóbal Colón para llegar a Oriente fuera rechazada por el reino portugués y presentado posteriormente ante la reina Isabel la Católica, quien, tras consultar su viabilidad con los cosmógrafos de la Universidad de Salamanca, también la rechazó. Si antes nadie se había atrevido a atravesar el Atlántico era porque los barcos no podían cargar con el agua necesaria para emprender un viaje así. Sin embargo, Colón decía que sí, que era imposible porque había unas islas que tenían agua. Pero, según los cálculos del almirante, estas estaban mucho más cerca de lo que los cosmógrafos decían.
"Iba a ir a Francia cuando se reunió en confidencia con la reina y le dijo que sabía que era posible porque ya se había hecho", explicó el historiador. Y así, partió la primera expedición, en 1492. Pero antes de llegar a esas islas, las naves de Colón tocaron tierra. Habían llegado a América, aunque por entonces no lo sabían.
Eslava Galán dedicó un apartado de su exposición a Hernán Cortés, un personaje que calificó de interesantísimo, un hombre culto, de buen porte y muy inteligente, que se lanzó a la colonización de tierra firme desde Cuba teniendo solo licencia para explorar, y que conquistó la capital de los mexicas anexionándose a los propios indios de las aldeas que vivían bajo el yudo del emperador. "Esta alianza posibilitó la conquista", dijo.
Hernán Cortés se ganó la gratitud del rey Carlos V al enviarle el tesoro de Moctezuma, que inclinó la balanza del Sacro Imperio Romano Germánico, por el que pugnaban varios reinos, a favor de España.
