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Manu Córdova - Presidente del Grupo de Alta Montaña Español

"En el alpinismo, a veces, hay que saber decir no a una cima"

Reconoce que coronar cimas de 7.000 y 8.000 metros de altitud es lo que más llama la atención a la gente pero que es en los Pirineos y Alpes "donde se forja un alpinista

Manu Córdova fue presentado por Carlos Garrido. // J. Lores

Asistir a una conferencia de Manu Córdova -presidente del Grupo de Alta Montaña Español (Game), Premio de Alpinismo Europeo en 2010- supone pasear por las cimas y paredes más verticales de los Pirineos o los Alpes o pisar los techos de Europa sin usar piolet o poner crampones en los pies. Ayer se pudo comprobar en CLUB FARO, donde este joven aragonés de 33 años explicó sus experiencias, anécdotas y confió consejos. De todos ellos, uno mandó sobre el resto: "En el alpinismo, a veces, hay que saber decir no" a una cima.

Esta máxima, aunque aparentemente fácil, se torna difícil en un deporte en el que riesgo, superación y deseo de coronar una combre o escalar una montaña se unen a veces para jugar malas pasadas o poner la vida en riesgo por muy experimentada que sea la persona.

Presentado en la conferencia por Carlos Garrido, presidente del Club Peña Trevinca, Manu Córdova (miembro del Equipo Español de Alpinismo y del de Escalada en hielo) explicó que "hacer 7.000 u 8.000 (es decir, llegar a cumbres de 7.000 u 8.000 metros de altitud) es lo que más llama la atención y lo más fácil de cuantificar pero la escalada técnica en Pirineos y Alpes es donde se forjan los alpinistas, donde tenemos un terreno excepcional".

"Cerca de casa -se refirió a los Pirineos- se pueden hacer grandes actividades, incluso más complicadas que en el Himalaya que tienen un compromiso casi casi como irte a un 7.000", aseguró el escalador alpinista. Aprovechó para recalcar que en su deporte "hay una formación continua desde que aprendes a escalar" para conocer bien todas las técnicas

Córdova, quien ha recorrido "todo el mundo para la escalada en hielo", mostró su querencia por los picos cercanos a su tierra, los Pirineos.Por ello, comenzó hablando del Pirineo, especialmente de Gavarnie, en la zona francesa. "La gente habla de Suiza, pero Gavarnie está cerca de casa y la gente no le da la importancia que debería", defendió.

El joven habló de su primer viaje a los Alpes, en concreto al Grand Capucin. También se refirió a Aiguille du Midi en su cara norte. Para él, supuso "un paso más en el compromiso que el Pirineo: las paredes son de más de 1.000 metros, ya tienes dimensiones como en el Himalaya". Hay que recordar que la Oficina de Turismo de Chamonix desdaca de la Aiguille du Midi sus 3.777 metros de altitud y sus terrazas, además de una vista a 360 grados sobre todos los Alpes franceses, suizos e italianos.

En cuanto a la mejor época para ir a los Alpes, explicó que, según su experiencia, opta por ir en noviembre porque "no hay nadie en Chamonix", ni siquiera funcionan los telesféricos.

En cuanto al Mont Blanc, explicó que optó por escalar su "lado más salvaje" que es la vertiente italiana, por terreno glaciar. También tuvo el recuerdo de cuando durmió en la cara norte. "Ves todo Chamonix, las vistas son muy buenas", dijo mientras mostraba fotografías donde evidenciaba la verticalidad vertiginosa del lugar, mientras la audiencia de CLUB FARO esbozaba una sonrisa ante las imágenes.

También tuvo recuerdos para los Grandes Jorasses, también en esa zona de los Alpes. Allí realizó vías de más de 1.000 metros en vertical, "lo que conlleva un compromiso, no te puedes bajar de cualquier lado. Una vez empiezas, a veces, es más fácil salir por arriba y bajar por otro lado que descender la propia pared".

Manu Córdova comentó que hay vertientes de los Grandes Jorasses que son bajadas con esquíes por parte de algunos deportistas. "Es increíble", opinó con admiración.

Añadió que en la cara norte de los Grandes Jorasses hay una vía mítica que presenta las mayores dificultades hacia la cima. Por ello, hay que optar por escalarla con un estilo ligero. "Tienes que correr," señaló, al tiempo que recalcaba que "ahí entra la técnica" ya que sin esta perfeccionada se hace difícil tomar decisiones y escalar de forma rápida y segura.

En su conferencia de ayer en Vigo, indicó que a medida que se va escalando, se van descubriendo las técnicas que mejor se adaptan al momento y lugar.Como anécdota, comentó que en una ocasión probó a hacer escalada en hielo con pies de gatos (calzado especial para escalada sobre roca limpia), comprobando que no era lo más idóneo.

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