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Arte para todos y sin obstáculos

El IV Festival Arte y Discapacidad, impulsado por la Fundación Igualarte, se clausura en Vigo con más de 30 artistas que demuestran que el arte no entiende de barrerras

Los integrantes del grupo de danza (izquierda) y el de fotografía de la Fundación Igualarte. // Ricardo Grobas

El artista circense Jonas Desquay aparcó en la mañana de ayer su diábolo para visitar las instalaciones de Igualarte en el barrio de O Calvario. Allí, explicaba que, desde muy pequeño, empezó a jugar con el diábolo, especialidad que ha perfeccionado en la Escuela de Circo de Bruselas donde -añadió- lleva "20 años" aprendiendo.

"Empezó -explicaba la coordinadora de la escuela circense belga, la gallega Sara Comesaña- en clases pluridisciplinares de todas las técnicas del circo y, ahora, en los últimos años ha hecho danza y diábolo como actividades específicas". "Adoro el diábolo y el festival aquí es magnífico", destacó el joven, artista invitado al Festival de Igualarte este año.

Así baila en silla de ruedas una de las compañías del Festival Igualarte de Vigo

Así baila en silla de ruedas una de las compañías del Festival Igualarte de Vigo

Vídeo: Marta Clavero

En una clase de la Fundación que visita Desquay, se encontraban Vanesa Lea, Eva García, Helena Cuber, Andrea Alonso, Carmen Gómez y Álex Sierto. el grupo de danza de la Fundación viguesa.

Estos seis chicos de Igualarte resaltan la importancia que tiene el Festival Arte y Discapacidad para ellos. "Se agradece que la gente venga a vernos. Se llenó el auditorio. Nos gusta que nos aplaudan, que nos griten cosas bonitas", confesaba Helena Cuber, quien admitía que "lo dimos todo" en su actuación del martes. "Mi madre lloraba; es que hice un solo", añadió.

"Sí, lo dimos todo", corroboraba Vanesa Lea, mientras Carmen Gómez subrayaba que lo que busca en el escenario es "demostrar que no hay barreras, poder demostrar el trabajo que hacemos" al tiempo que "se siente el apoyo, el calor del público".

Cristina Lago, presidenta de la Fundación Igualarte, subrayaba que "no hay diferencias entre lo que sienten nuestras chicas y chicos y otras personas, otros artistas. No hay diferencias al hablar de capacidad o discapacidad". Las sensaciones sobre el escenario son las mismas.

"Bailar me relaja y el cuerpo parece que vuela",describía ayer Helena Cuber; una idea muy similar a la de Eva García: "Estoy tan relajada bailando que es como si estuviera bailando en mi imaginación. Siento paz, alegría, amor...".

Su compañero Álex Sierto observó que "cuando bailo, me siento contento conmigo mismo, no sé cómo explicarlo... Estoy hecho para el baile". Todos ellos esperan a final de curso realizar un viaje a Bruselas, a la Escuela de Circo donde ensaya y aprende Jonas Desquay.

Con ese viaje, también sueñan Aitor Rivera, Vanesa Lea, Gonzalo Gómez, Laura Ribas, Laura Faro y Pilar Rego. Ayer -excepto esta última que no pudo asistir al centro por enfermedad- se mostraban orgullosos de su exposición y trabajo de cuerpo y movimiento en el Festival.

"La exposición es impresionante", señalaba Laura Faro; mientras sus compañeros alababan la aportación de la profesora, María Filgueira, que siempre les está proponiendo proyectos como el último sobre los Beattles o el grupo de Whatsapp donde comparten fotos que van cazando.

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