El pintor Alfredo Rodríguez Grandío, apodado "el Picasso gallego" por sus similitudes con el artista malagueño y conocido en el mundo artístico como Labajjo Grandío, ha sido hallado muerto, presumiblemente por un infarto pero en todo caso debido a causas naturales, en su casa de Friol (Lugo), en la que llevaba una vida solitaria.

La Guardia Civil descubrió el cuerpo sin vida de este octogenario tras el aviso de su taxista habitual de que no sabía nada del hombre desde hacía veinte días, algo que le resultó extraño pues, como él mismo ha contado, tenía por costumbre bajar de la aldea en la que se sitúa la palloza en la que residía -Vilafiz- al pueblo una vez cada semana.

La Guardia Civil localizó su cadáver el lunes en el interior de la vivienda. El alcalde de este municipio lucense, José Ángel Santos, ha contado que la propiedad que habitaba estaba voluntariamente aislada de la civilización y que en ella convivía con sus canes. Uno de ellos le mordió en un brazo.