Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Laura Fachal Vilar: "Trabajamos para la sociedad y divulgarlo es indispensable"

Analiza variables genéticas de riesgo en el Wellcome Sanger de Cambridge

Laura Fachal Vilar: "Trabajamos para la sociedad y divulgarlo es indispensable"

Se doctoró en Biotecnología en la USC en 2013 con sobresaliente cum laude y tiene varias publicaciones en Nature Genetics. En 2015, recibió el premio Joven Investigador de la Asociación Española de Genética Humana.

El riesgo de desarrollar algún tipo de cáncer o la enfermedad inflamatoria intestinal depende de una compleja conjunción de factores relacionados con el ambiente, la dieta y millones de variantes genéticas como las que analiza esta científica de datos gallega en el Wellcome Sanger Institute de Cambridge, una institución puntera y de referencia mundial en genómica. Laura Fachal (Lugo, 1980) llegó a Reino Unido en 2014 gracias a sus investigaciones sobre riesgo cancerígeno y desde el año pasado trabaja en un grupo especializado en enfermedades inflamatorias. Ha cambiado de patologías pero el reto siempre es el mismo, poder ofrecer al paciente una medicina personalizada y, por tanto, mucho más efectiva.

"El objetivo es identificar con anticipación qué personas pueden desarrollar la enfermedad y qué respuesta van a tener a los tratamientos. Si somos capaces de predecir que van a sufrir una toxicidad elevada, el médico podrá elegir otros fármacos con similares efectos terapéuticos", explica.

El desafío científico es ambicioso, pero su grupo ya ha tenido un papel clave en el descubrimiento de más de 250 regiones del genoma que incrementan el riesgo de padecer enfermedad inflamatoria intestinal. Y quieren seguir aumentando este listado gracias a los estudios que llevan a cabo, codo con codo, médicos, estadísticos, matemáticos o biólogos moleculares: "Trabajamos con muestras de sangre de pacientes y de individuos sanos de las que se extrae el ADN.Y mi labor como científica de datos es tratar de descubrir asociaciones entre variantes genéticas que preselecciono y las que son de riesgo. Después las evalúan en el laboratorio y también analizan en qué tipo de células estas variantes son realmente el origen de la enfermedad".

Laura se esfuerza en mejorar la calidad de vida del ser humano, aunque en sus sueños infantiles se imaginaba un día a día con otro tipo de pacientes: "Toda la vida quise ser veterinaria. Idealicé la profesión, pero cuando hice las prácticas antes de acabar la carrera en Lugo me di cuenta de que aquello no era para mí. Pero no me arrepiento porque son unos estudios muy versátiles y los que me ha llevado hasta aquí".

Así que, tras titularse, realizó el máster en Biotecnología de la USC y empezó a trabajar en el grupo de Medicina Genómica que lidera Ángel Carracedo. Bajo su dirección y la de Ana Vega realizó una tesis en la que buscó variantes genéticas relacionadas con la toxicidad radioinducida en el cáncer de próstata. "Tienen una infraestructura muy grande y su equipo fue un apoyo muy grande. Les debo mucho", agradece. En 2014 se marchó a la Universidad de Cambridge con una beca postdoctoral de la Xunta y dos años después consiguió una prestigiosa Marie Curie para investigar el papel de las variaciones genéticas comunes en el aumento del riesgo de padecer cáncer de mama y la toxicidad derivada de los tratamientos de radioterapia.

Laura se siente "privilegiada" de formar parte de un centro tan especializado y con tantos recursos como el Sanger y a pesar de trabajar a diario con computadoras y enormes volúmenes de información no olvida la realidad de aquellos a los que trata de ayudar. "Es fácil perder la perspectiva, pero solo tienes que hablar con alguien que sufre la enfermedad o un familiar cercano para ponerte de nuevo en contexto. Detrás de cada dato hay una persona que está sufriendo y trabajas para eso", destaca.

Aficionada al heavy metal, la científica gallega disfrutó este verano del concierto en Londres de Metallica - ¡Por fin, después de 20 años siendo su fan!, celebra-. Pero la vida en Reino Unido últimamente también tiene sus sinsabores. Ella ya ha obtenido el "settled status" que le permitirá seguir residiendo en el país cuando se consume el Brexit, pero aún así la incertidumbre es grande: "Tanto la Universidad de Cambridge como el Sanger nos han ayudado desde el principio, pero a día de hoy nadie sabe qué va a pasar".

El sistema británico de ciencia goza de gran tradición y fondos, pero sus investigadoras sufren igualmente la brecha de género a medida que avanzan en sus carreras. "El problema está cuando intentas progresar y acceder a puestos de mayor responsabilidad. Ahí es donde hay que empezar a actuar porque el problema es importante. Aquí también hay menos jefas de grupo y diferencias en la remuneración", apunta.

Laura es partidaria de visibilizar a mujeres científicas e ingenieras para que las escolares vean estas carreras "como una posibilidad de futuro": "En el Sanger hay muchas iniciativas de este tipo. La divulgación en general es una parte de nuestra carrera. Trabajamos para la sociedad y, aunque resulte complicado, tenemos que trasladar nuestros resultados para que la gente comprenda la importancia de la ciencia y el impacto que tiene en sus vidas. Hoy por hoy es indispensable".

Compartir el artículo

stats