Ciclismo, kayak, vela, senderismo y tiro con cerbatana fueron las actividades en torno a las cuales giró el desafío deportivo del programa SANA en Finistère y que sus artífices confían en que pueda tener continuidad. "Para nosotros, este proyecto supone un primer paso para ampliar las posibilidades de practicar deporte para más de cuatro millones de personas en situación de discapacidad en España", afirma Manuel Soliño, presidente de la Asociación Gallega de Actividades Náuticas, Agan+, entidad que desarrolla este proyecto en Galicia, con la colaboración de la Xunta de Galicia y Cogami.
Por su parte, Stéphane Heussaff, del Consejo Departamental de Finistère, recuerda que la práctica deportiva ayuda a romper el aislamiento social que experimentan muchas personas en situación de discapacidad y que es necesario universalizarlo. Para ello es necesario, añade, hacer accesibles los espacios y adaptar los materiales a todos los tipos de discapacidades, así como abaratar su coste. "Debemos unir fuerzas para democratizar las prácticas deportivas para personas con discapacidad y proporcionar soluciones simples y fáciles de lograr a un menor costo", afirma.
