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En pie contra el síndrome de fragilidad

El gasto sanitario en un paciente con fragilidad es cinco veces mayor que en una persona sin ella

Una peregrinación de mayores, el pasado mes, en Pontevedra. // Gustavo Santos

Diversos países se han unido para lanzar la primera estrategia europea sobre envejecimiento saludable. Una de las principales dianas será atajar el síndrome de fragilidad en los mayores de 70 años. Expertos calculan que tratar a un paciente mayor sin este síndrome supone un gasto de 642 euros en tres meses; mientras que otro con fragilidad avanzada requeriría casi 3.700 euros, cinco veces más. Desde el Gobierno estatal, apoyan la iniciativa, así como varias comunidades autónomas. Este periódico solicitó información al Sergas sobre su adherencia o no y al cierre de esta edición no había ofrecido respuesta.

El síndrome de fragilidad es desconocido entre buena parte de la población. Los expertos aclaran que no se debe confundir ni con la discapacidad ni con la comorbilidad (cuando una persona tiene dos o más enfermedades, procesos mórbidos, que le causan síntomas a la vez). La buena noticia es que se puede evitar mediante prevención.

"Hay muchas personas que, desde jóvenes, desarrollan actividades de carácter preventivo. A los 30, 40 o 50, se esfuerzan en llevar una vida sana", aclara el presidente de la Sociedade Galega de Xerontoloxía e Xeriatría (SGXX), Miguel Ángel Vázquez, quien añade que "depende de nuestro estilo de vida": una cuidada alimentación, actividad física y nuestras actitudes. Estas últimas van conectadas con la actividad social, entendida como el cultivo de la red social (la real, de contacto), "saber que alguien se preocupa por nosotros, sentirnos queridos. Por eso, la soledad tiene impacto y tiene que ver con este último aspecto", detalla.

En general, la fragilidad -que no solo se da en personas mayores- consiste en "una disminución a la resistencia a las enfermedades", a la que se suma una pérdida importante de peso, lentitud en los desplazamientos a pie...

"Hay unos índices, unas medidas de fragilidad. Por esta, se entiende el estado en el que se encuentran personas que pasan por diferentes procesos patológicos, enfermedades o no, que generan una disminución de las reservas fisiológicas, la capacidad del individuo para soportar otras patologías", puntualiza Miguel Ángel Vázquez.

El presidente de la Sociedade Galega de Xerontoloxía recalca que es un "síndrome geriátrico" pero especifica que "nosotros no atendemos a todas las personas de más de 65 años. Nosotros atendemos a las personas que reúnen una serie de características, entre ellas, el síndrome de fragilidad".

La prevención del envejecimiento es posible. "Primero, hay que saber los factores que afectan o son determinantes para una fragilidad futura", señala el doctor Vázquez.

A continuación, ofrece un ejemplo: "En Reino Unido, el 26% de las personas mayores que acuden al médico de familia con problemas de memoria, no son diagnosticadas de fragilidad. Pasan desapercibidas. En la Sociedad Española de Geriatría y la Sociedade Galega de Xerontoloxía no tenemos datos del impacto de la detección precoz de una demencia. Sí sabemos que podemos tratar las demencias en las fases iniciales".

No obstante, este facultativo gallego aclara que "cuando la gente dice que su padre o su padre está muy mal, ahí hay poco que hacer. En esos casos, hacemos más medicina paliativa que curativa".

La otra pata de la prevención recae en la administración sanitaria. "Aquí, entra en juego el tema de las voluntades. Está muy bien poner algo sobre la mesa pero hace falta voluntad", subraya Miguel Ángel Vázquez.

Para él, una medida óptimas sería mejorar la formación de médicos de atención primaria para detectar casos de personas con fragilidad. Después, haría falta la creación de más servicios públicos de atención geriátrica, ya que en Galicia sólo existen dos; además de contratar geriatras para los ambulatorios. La Sociedade Galega de Xerontoloxía lo ha solicitado al Sergas.

A continuación, agrega que "un euro en prevención evita el gasto de diez euros en atención sanitaria". La prevención "reduce el gasto sociosanitario y el esfuerzo social en el cuidado de estas personas. No hay que olvidar que quien se encarga en España del cuidado son las mujeres, no el sector público. Se trata de mujeres de entre 40 y 50 años que pasan siete años de su vida en esas tareas", recalca.

Desde la Sociedade Galega de Xerontoloxía, tienen claro que la estrategia europea de prevención del envejecimiento es "tremendamente útil". "Hablamos de un porcentaje de población muy significativo. En Galicia, el 25%. Ese 25 por ciento es el que más enfermedades tiene", señala el doctor Vázquez.

Miguel A. Vázquez - Presidente de SGXX

"Un euro en prevención evita el gasto de diez euros en atención sanitaria"

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