No es sencillo resumir la trayectoria de Elena Zulueta de Madariaga en pocas líneas. La directora de la escuela de hostelería de Vigo Harina Blanca se formó en Empresariales y Márketing. Tras una grave dolencia cardíaca, desempeñó trabajos diversos hasta que se convenció a sí misma de que lo suyo era la cocina. Una pasión que arrastraba desde niña ("mi primer recuerdo es a los siete años, jugando a hacer una tortilla de patatas... ¡con las patatas crudas!", recuerda divertida) y que desembocó, tras titularse como cocinera, en lo que hoy es una de las escuelas de hostelería más reconocidas de la comunidad.

-¿Le resultó difícil abrirse camino en un sector prácticamente monopolizado por hombres?

-Muchísimo. Al principio intentaban desprestigiar mi trabajo, tildándome de "señora ama de casa que se distrae dando clases de cocina", olvidando mi formación culinaria, la infinidad de cursos de alta cocina a los que he asistido o los premios de los que he sido jurado. Soy también la delegada de Euro-Toques para Galicia, sociedad a la que pertenecen nuestros mejores cocineros y donde luchamos por conseguir una cocina sana, con productos de proximidad y manteniendo nuestros sabores y nuestra tradición culinaria. Afortunadamente, podría seguir enumerando méritos tras más de 30 años al frente de Harina Blanca, pero lo importante es que aquí seguimos, pese a quien le pese y contra viento y marea.

- Esa mayoritaria presencia masculina que comentábamos, ¿se traslada a los matriculados en su escuela o hay paridad?

-En los primeros años de andadura de Harina Blanca, la mayoría de mis alumnos eran hombres. Esporádicamente había alguna mujer queriendo ser cocinera profesional. Tuve muchas alumnas que querían aprender cocina, pero no para dedicarse al trabajo en restaurantes sino para aplicar los conocimientos adquiridos en su casa y compartirlos con los suyos. Afortunadamente, como dice Bob Dylan en una de sus maravillosas baladas, "los tiempos están cambiando" y desde hace años, en la escuela estamos alrededor del 40%-60% de participación hombres-mujeres o viceversa.

- ¿Cómo ha evolucionado el mundo de la cocina profesional en cuestión de género desde sus comienzos?

-La mujer se ha ido incorporando, poco a poco y a todos los niveles, a la cocina profesional. Las hay que hacen cocina de gran nivel respetando la tradición y son un auténtico lujo para nuestra profesión y, por otro lado, tenemos mujeres responsables de restaurantes de gran prestigio como mis amigas Elena Arzak, Susi Díaz, Verónica Muñoz, Rocío Arroyo, Patricia Sanz...

- ¿Cuál cree que es el secreto del éxito de una mujer empresaria?

-Fundamentalmente, el tesón en el día a día, tener confianza en una misma, ser valiente en un mundo empresarial dominado en su mayoría por hombres, trabajar cada día como si fuera el primero, tener la cabeza muy fría a la hora de tomar las decisiones y no amedrentarse ante las adversidades. Realmente es luchar sin descanso y casi siempre sin apoyos, por aquello que queremos y eso es lo que hay que hacer, cueste lo que cueste.