Miles de personas se echaron ayer a las calles de Galicia en las manifestaciones de la Huelga Mundial por el Clima, encabezadas y mayoritariamente secundadas por estudiantes, aunque con un carácter intergeneracional. La más multitudinaria de ellas se celebró en Vigo, donde alrededor de dos mil personas recorrieron el tramo entre el cruce de Urzáiz con Vía Norte y la Porta do Sol tras una pancarta que rezaba "Xuntas polo clima".

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Vigo sale a la calle para exigir soluciones a la emergencia climática

Lemas como "tú morirás de viejo, yo moriré por el cambio climático", "hay más plástico que sentido común", "que no cambie el clima, que cambie el sistema" y "nuestro futuro no está en venta" podían leerse en las pancartas pergeñadas por los jóvenes. Sobre la estatua de Manuel Castro en Príncipe colocaron una en la que se leía la frase: "O planeta está en chamas". Ya a los pies del sireno, la joven Silvia Mette, de Fridays for Future Vigo -entidad integrada en el Movemento Galego polo Clima- leyó un manifiesto en el que se aseguraba que "solo cien empresas son los culpables del 71% de las emisiones de gases de efecto invernadero". El texto vinculó el aumento de la temperatura en Galicia con la desaparición de especies autóctonas y la invasión de la avispa velutina.

"Xa non cremos nun capitalismo verde. Xa non recoñecemos a economía circular. Xa non admitimos as baixas emisións", destacaba el manifesto, que ya había sido leído por la mañana en la Praza do Rei, y que exigía también el cierre de la central de As Pontes, de la planta de Ence en Pontevedra y de las minas de Touro y de Ordes, además de denunciar la "contaminación por lindano en Porriño".

Precisamente Porriño, donde el movimiento estudiantil contra la crisis climática lleva tiempo activo, fue una de las localidades gallegas donde se concentraron estudiantes. Otra de ellas fue Santiago y también A Coruña, con una marcha presidida por una pancarta casi idéntica a la de Vigo: "Unid@s polo clima.

A nivel institucional, la Diputación de Pontevedra realizó un parón simbólico para poner sobre la mesa el estado de "emergencia climática" y toda la corporación municipal paró 4 minutos y 15 segundos a las puertas del Pazo Provincial, para simbolizar las 415 partes por millón de CO2 en atmósfera registradas en 2019.