Alrededor de 2.000 personas, en su mayoría jóvenes, se han manifestado esta tarde-noche por las calles de Vigo en el marco de la huelga mundial contra por el clima. Convocados por el Movemento Galego polo Clima, los manifestantes exigen a los dirigentes políticos mundiales soluciones ante la emergencia climática bajo lemas como "Nuestro futuro no está en venta" o "Ni un grado más, ni una especie menos".

En la cita, que partió alrededor de las 20.00 horas desde Vía Norte, se han coreado diversos lemas y se han portado pancartas con lemas como: "Menos grados y más especies", "Queremos justicia climática", "No hay un planeta 'B", "Menos polución y más educación", "El capitalismo es terrorismo", "Winter is not comming", "No queremos un medio ambiente, lo queremos entero", "El Titanic no tendría problemas hoy", "Únete al lado verde" -con la imagen de Darth Vader de fondo- y "Bolsonaro el que no bote".

Los asistentes han destilado originalidad y reivindicación a partes iguales, en algunos tramos de la manifestación a ritmo de batucada.

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Vigo sale a la calle para exigir soluciones a la emergencia climática

A la manifestación se han sumado varios colectivos con sus propias reivindicaciones, a mayores de las generales que justifican la marcha. Se han dejado ver los comuneros de Tameiga que se oponen al proyecto del Celta en Mos -así lo han referido ante la sede del club en Príncipe- y también los vecinos del Casco Vello que rechazan la construcción de un túnel bajo la Porta do Sol.Los actos reinvidicativos de este viernes -por la mañana ya hubo una concentración en Praza do Rei- se han hecho coincidir

con la cumbre climática de la ONU, para instar a los políticos a que "escuchen" a las entidades científicas, que "llevan años" alertando de las consecuencias del cambio climático.

A ese respecto, Movemento Galego polo Clima defiende que deben tomarse "medidas urgentes" para, de forma inmediata, reducir las emisiones y llegar al nivel cero. Asimismo, abogan por el impulso de energías limpias renovables, el fomento de la soberanía alimentaria, las transacciones de proximidad, o los cambios en las políticas forestales y agrícolas.